“San Telmo es un vergel, brota la cultura por todos lados”
Néstor Sacchi – Secretario de la República de San Telmo
Con los ojos ávidos por descubrir en cada rincón del barrio ese detalle que lo distinga o esa persona que lo valore o represente, voy al encuentro de Néstor Sacchi, secretario de la República de San Telmo.
Muchos no saben que esa Institución existe en nuestro barrio y acudo a él para que algunos vecinos conozcan y otros recuerden. Pero antes que nada, me cuenta que es “oriundo de Lanús -Prov. de Bs.As.- y hace más de 30 años vine a San Telmo. Empecé a vincularme con la zona y descubrí que muchas personas que vivían o tenían un segundo domicilio -los que podían-, estaban relacionadas con el arte en sus diferentes versiones. Me di cuenta que era un barrio de artistas como Quino, el creador de Mafalda; Caloi, padre de Clemente; Hermenegildo Sabat; Cecilio Madanes; Josefina Robirosa; Juan Carlos Castagnino y tantos otros. Empecé a visitar distintos ateliers y a admirar las casas que eran abiertas, casi conectándose con el público que pasaba, cosa que me gustó mucho y no sucedía en mi lugar de origen. Eso me pareció muy positivo y me encantó”.
Sigue su relato con los ojos encendidos por el grato recuerdo, diciendo: “También descubrí muchos escritores. Los veía en los bares escribiendo, parecía que la musa estaba ahí y eso me hizo sentir muy a gusto, muy cómodo aunque yo no era uno de ellos pero sí los valoraba. Una vez iba caminando con un amigo operador de bolsa y pasamos por un lugar donde había un precioso cuadro y le dije: ¨Vení, fíjate qué hermosa pintura¨ y me contestó ¨Sí, después lo veo en cualquier momento¨. Me di cuenta que él estaba en sus temas y se perdía el disfrute. Porque uno se nutre de eso, es un bálsamo para el alma”.
El Sol: ¿Cómo se vinculó con la República de San Telmo?
N.S.: Una vez que nos radicamos con mi esposa, en 1971, empecé a vincularme con instituciones y allí conocí a Manuel Enrique -Quique- Fernández, su quinto Presidente -quien falleció en el 2012-. Comencé a participar en reuniones, colaboraba con él que era muy emprendedor, luego fui Vocal y con el tiempo me eligieron Secretario.
E.S.: ¿Cuál fue el origen de la Institución?
N.S.: Quique se relacionó mucho con los vecinos y personalidades de la zona y el 9 de julio de 1960, fundaron -en la pulpería Los Troncos, Balcarce 959- la Asociación Civil “República de San Telmo”, sin fines de lucro.
E.S.: ¿Con qué objetivos?
N.S.: La idea central fue mantener incólume los valores petrios de nuestro barrio, promover la cultura, el progreso económico, el bienestar de sus habitantes y para extender su acción benéfica a los niños del Patronato de la Infancia y a otras instituciones de bien público. Por otro lado, difundir el conocimiento del pasado de la patria chica vivido en estas calles y en las casonas coloniales tan ricas en tradición, que van desapareciendo una a una, demolidas desgraciadamente por el progreso y la indiferencia.
Agrega Néstor que “era gente muy emprendedora y hay dos fechas que se conmemoran siempre: el 9 de julio, día en que se fundó la República de San Telmo y el 11 de diciembre, Día Nacional del Tango porque Ben Molar (1915-2015, productor musical, autor y compositor) tuvo el buen tino de recordar así el nacimiento de Carlos Gardel y Julio de Caro”.
E.S.: ¿En qué consistían los festejos?
N.S.: Homenajeábamos a una persona porque se destacaba en su actividad o su cultura dentro de la disciplina que desarrollaba o bien distinguíamos a un determinado comercio por su amabilidad con la gente, su buen servicio, para que eso motivara a los demás a seguir el ejemplo. Eso iba formando una cadena comunitaria. Todo lo organizábamos nosotros, hacíamos una presentación formal, contábamos el porqué de su distinción y algunos bares se ofrecían a hacer el servicio de lunch o lo que fuere y se convocaba a los socios y los acompañantes. A veces se cerraban especialmente para la reunión y se invitaba a cantantes que vivían en el barrio, para que actuaran. Tuvimos oportunidad de festejar el Día de la República de San Telmo en el Viejo Almacén, invitados por su dueño Luis Veiga y uno de los homenajeados fue al dueño de la Radio Tango 1120 AM, que tiene su sede en Brasil y Tacuari, lugar donde hacíamos el programa radial “República de San Telmo al mundo”.
Recuerda también que Fernández “tenía un comercio en la calle Estados Unidos 458 -luego sede de la Asociación- y mucho contacto con el sector gastronómico. Entonces, a las 19 o 21 horas, íbamos a la plaza Dorrego a hacer retirar mesas -que ya en ese entonces superaban la cantidad permitida- porque decía que la plaza era pública por excelencia y que debía haber espacios para que los vecinos pudieran disfrutarla y no ser invadida por los bares. Los “asustaba” diciendo que si no lo hacían llamaría a la Fiscalía. Lo mismo con la calle Defensa, que es peatonal y a las 20 horas tenían que despejar la calle; entonces íbamos, sacábamos la soga que cortaba el tránsito para que pasaran nuevamente los autos”.
Destaca Sacchi que “Fernández y su señora colaboraban muchísimo con el centro de ojos de la calle Perú y Venezuela y, en otro orden de actividades celebraban misas en la Iglesia de San Pedro Telmo, cuyo párroco de ese momento -el Padre Salvia- era un hombre muy compenetrado con la República, como también la orquesta de la Prefectura que asistía para tocar el Himno Nacional en las celebraciones”.
E.S.: La República de San Telmo tiene su propio escudo…
N.S.: Sí, en él está la Iglesia de San Telmo, la estrella de Belén, la corona de España y el ancla que fija la posición de quedarse en este lugar. Y también un Estatuto de las personas que integran la Asociación. Los fundadores fueron el presidente Constantito Veljanovich Ernesto De Carli, Osvaldo Sella, Naun Veljanovsky y Manuel Enrique Fernández.
E.S.: ¿Cuál es su función hoy?
N.S.: Como secretario concurro a todas las invitaciones en representación de la República y recibo cualquier petición o queja que puedan realizar. Hay que ser conscientes de que aquí se ha gestado la defensa de la ciudad ante los invasores, estos lugares fueron recorridos y tuvieron su vivienda nuestros patriotas y en ellos también se acunó el tango. Nació con los negros que lavaban la ropa en el tonel que se llamaba “tangó” y de tanto lavar se les entumecían los brazos y los golpeaban en la tinaja. Con ese golpe, nació el ritmo del tango.
E.S.: ¿Qué pasó con el hermoso proyecto del tranvía en San Telmo?
N.S.: Quique quería traer unos vagones que iban a dejar de funcionar en Alemania porque pensaba que nuestro barrio merecía tener ese detalle antiguo de nuestra ciudad. Juntamos más de 20.000 firmas y presentamos y defendimos el proyecto frente a los 60 legisladores del GCBA y era muy elocuente la aceptación, porque hablábamos de la historia del transporte para llegar al tranvía, su función social, lo que iba a reportar económicamente y la mano de obra que daría su mantenimiento. Pero luego el Gobierno Nacional trajo el de Puerto Madero que solo recorría unas pocas cuadras y nuestro proyecto quedó archivado. Una gran pena, porque los proyectos se concretan cuando se pone pasión y compromiso. La pasión tiene un carácter comunitario, se proyecta en el otro para que lo vea y participe.
E.S.: ¿Qué es lo que más le gusta del barrio?
N.S.: Lo tradicional, las casas, las costumbres, hay gente que todavía recuerda que había tilos en las calles y salían con la silla a sentarse en la vereda. La evolución trae ventajas y desventajas. Cuando vino la autopista empezó a resquebrajarse el barrio, se tiraron muchas casas, quedaron los huecos y lo dividió. Muchos se fueron, con la indemnización de la expropiación y perdió características; creo que la traza podría haber sido menos cruenta.
E.S.: ¿Cree que vale la pena seguir luchando por él?
N.S.: Aunque el mundo sigue andando a los tumbos, todavía vale la pena jugarse por este barrio. Hay que luchar por él.
La sociedad cambia, pero el espíritu de estos hombres se mantiene intacto.
Isabel Bláser