Bochas/Tejo

Por Jaime Williams

En estos días, traté de conocer algo sobre el juego de bochas en Argentina, que -según me habían dicho- tiene cierta similitud a uno que se practica en mi país, Estados Unidos.

Como allá no hay canchas de bochas, yo no sabía dónde buscar a las personas ni el lugar donde se juega. Pero cuando pregunté a la gente del barrio, finalmente logré ubicar una cancha en la plaza Rosario Vera Peñalosa (Chacabuco y San Juan) porque los vecinos -que en ese momento estaban jugando a las cartas- me dijeron que se juntaban a jugar a las bochas todos los lunes y viernes, pero no lo habían hecho debido a la lluvia que hubo el fin de semana. De cualquier manera, dejaron las cartas para contestar mis preguntas y mostrarme cómo hacerlo.

Conversando con el vecino Carlos Morales, me dijo que las bochas es un juego que habitualmente lo practican los jubilados y que él lo hace cuando “se presenta la ocasión. Si hay gente para jugar, se juega. No importa el día”. Me comentó también que es de origen italiano, pero la versión en ese país es diferente y que se practica en los campos. Cuando lo escuchaba, me pareció que la descripción sobre la forma de competir en Italia es más o menos la misma versión que la que se realiza en Estados Unidos.

Por otro lado, Ramón Anriquez, me explicó que hay cachas de bochas en todos los pueblos de la provincia. Me mostró las bochas y me indicó cómo tirar y cómo contar los tantos (cuando las bochas están todas jugadas, el equipo se adjudica tantos puntos como bochas tenga más próxima al bochín que la mejor bocha del adversario). Juegan hasta lograr 12 puntos.

También Morales me contó cómo cuidan la cancha, poniéndole agua a la mañana y usando una alfombra para limpiarla y hacerla más suave.

Les agradecí que hayan sido muy amables contestando mis preguntas y tratando de entender mi español y me dirigí al Parque Lezama en búsqueda de más personas que jueguen a las bochas, ya que varios me dijeron que allí se juntan a jugar los fines de semana por la mañana y por la tarde en la semana y que había un grupo que jugaba al tejo.

Busqué la cancha en el parque y encontré a los jugadores desarrollando un partido de tejo, juego que yo no conocía porque en mi país no existe. Me acerqué al grupo de 7 u 8 hombres mayores, entre ellos Carlos Tonarelli, Luis Garcia y José Rabino, para conversar y enseguida se ofrecieron a enseñarme a jugar. Me mostraron cómo tirar los tejos y me pidieron que yo lo hiciera, pero no se rieron cuando lo hice muy mal.

Garcia dijo que “los mismos viejos juegan tejo todas las tardes en esta cancha a las 16:30” y que el juego es “muy común en Mar del Plata donde muchos lo juegan en la playa marcando la cancha en la arena”. Rabino, agregó “hace cuatro años que juego en esta cancha, pero antes lo hice en otros lugares”. Entre todos me explican que el juego es parecido al de las bocha (se usan los tejos en lugar de las bochas y es hasta 15 tantos).

Como los otros vecinos que jugaban a las bochas, estos también respondieron todas mis preguntas y me hicieron muchas diciéndome que yo, “la chica norteamericana”, era como una nieta para ellos. Me invitaron a volver, cuando quisiera.

Al final, cuando quise saber si los juegos de los jubilados eran los mismos en Argentina que en Estados Unidos, lo que descubrí fueron dos juegos que no conocía pero me di cuenta que los abuelos son iguales en todos los países.

 

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