Pizzeria/bar Pedro Telmo: un lugar para sentirte «como en casa»

Ya es una de esas pizzerías clásicas de Buenos Aires donde vas para sentarte a comer una rica Napolitana, tomar una cerveza, y pasar la noche con amigos—tal vez como hacían tus padres y los padres de ellos. La tradición y la buena onda son cosas que sabés que siempre encontrarás en Pedro Telmo.

Por su constancia y autenticidad la gente vuelve año tras año a este local del Mercado de San Telmo, que antes era un depósito para madurar bananas traídas de otros climas. Pedro Telmo sigue manteniendo su carácter típico y sus fuertes lazos humanos mientras muchos de estos locales tradicionales son reemplazados por restaurantes o bares claramente apuntando a un público turístico.

“Tenemos clientes que vienen desde que abrimos”, dice el dueño Daniel Habib. “Lo atribuimos a la buena onda que tenemos, a la buena comida, a que todo es casero, a que los precios son buenos. El que viene acá se siente como en su casa”.

Junto con su madre y sus tres hijos, Daniel ha mantenido a Pedro Telmo marchando hace doce años, bien a la manera de un restaurante familiar. Salvo el 24 y 31 de diciembre a la noche, está siempre abierto porque para muchos la pizzería ya es como un segundo hogar.

Los que van seguido a Pedro Telmo ya habrán notado que hay un grupo de amigos sentados en la mesa al lado de la puerta (la más cerca al televisor, donde suele haber discusiones animadas sobre los partidos de fútbol), casi todos los días. Uno de ellos es Juan Carlos Deniz, cuya familia vive hace generaciones en San Telmo, y dice que viene “por el grupo de amigos que tengo acá— los que atienden y los que vienen. La esencia de este bar es la gente, la reunión de amigos, que quizá en otros lugares ya no existe”.

“La amistad es una palabra clave para entender porqué la gente quiere este lugar”, concuerda Horacio Gulizia, el mozo dinámico y extrovertido que para muchos es la cara más conocida de Pedro Telmo.

“Pueden haber cambios muy profundos en el barrio, pero amigos de un café son amigos de toda la vida. Vienen a descargar, a compartir la polémica, la discusión, la pelea, el deporte. Este es un punto de reunión. Es lindo sentarte a tomar un café o una cerveza o un vino, y estar con gente querida. Esto no cambia”.

Con su voz raspada y su manera original y casi teatral de atender los clientes a la noche, Horacio demuestra la importancia del trato humano en este local.

“Conocer la gente es lo que más me gusta de trabajar acá. A mi me interesa la interacción con la gente y el nivel humano, y vivo constantemente hablando con personas de otros lugares, otros países. Nosotros tratamos de cuidar tanto al turista como al residente. Por ejemplo hay lugares en San Telmo que tiene precios para gente de acá, y otros precios para gente de afuera pero nosotros no”.

Según Daniel, desde que despuntó el boom turístico casi la mitad del público de Pedro Telmo es extranjero, pero sin embargo el local se maneja exactamente como antes—en su aspecto, en la manera informal y cálida de atender a la gente, y en su accesibilidad económica, es el mismo lugar de siempre. Y es justamente por eso que tantos extranjeros vienen y recomiendan la pizzería a amigos y a guías de viaje.

“Hay un chico irlandés que viene cada dos o tres años a Argentina, y siempre vuelve acá”, comenta Horacio. “Eso algo dice”.

En esta época de pleno desarrollo turístico, cuando muchos locales tradicionales se están desapareciendo y otros abriendo para un público extranjero, ésta es una buena lección en lo que realmente atrae el visitante.

Aunque viven en Palermo, Daniel y Horacio trabajaron desde chico en esta zona y ninguno de los dos tiene una opinión negativa del turismo en San Telmo. Tal vez se sienten así porque a pesar de los cambios de los últimos años, Pedro Telmo sigue teniendo su carácter de siempre. Es más, es un ejemplo de como lo típico y lo tradicional que ellos brindan le gusta tanto al extranjero como al residente.

Como dice Horacio, “A pesar de que con el paso de tiempo San Telmo se convierte en un lugar turístico, esto sigue siendo un café. No pierde la esencia del café, que es el trato humano. Eso sí tiende a desaparecer, hay cada vez menos. Estaría bueno que lo nuestro siga”. Esperemos que sí.

Pedro Telmo Bolívar 962 Tel: 4362-3694
Dom-Jue 9hs-1hs; Vier, Sáb: 9hs-4hs