Cuando otro amigo se va…
Despedimos a Osvaldo Giesso, un artífice del barrio de San Telmo como ícono y mito de Buenos Aires.
Como arquitecto supo enlazar pasado y presente en armoniosos reciclados de tantas casas y edificios del Casco Histórico.
Innovó y desafió conceptos tradicionales en el mundo de la gestión cultural pública y privada.
Como mecenas de artistas plásticos, abrió generosamente las puertas de su laberíntico Espacio Giesso a muchos creadores que le deben lanzamiento, nombre y fama.
Irreverente, irónico o desafiante, defendió desde su búnker santelmeño un proteccionismo arquitectónico sui generis y en evolución constante.
Amó la libertad y la creación. «Aggiornarse» fue uno de sus lemas. En un mundo de convenciones establecidas, fue un transgresor cultural con señorío y humanidad.
Lo recordaremos siempre, con respeto y afecto.
San Telmo le debe mucho.
Gloria Audo