“Dieta con conciencia es bienestar con tu cuerpo”
Marcela Buendía
Tiene el mismo apellido que el clan de “Cien años de soledad”, pero asegura que no tiene nada que ver con los protagonistas de la famosa novela de Gabriel García Márquez. “Mi abuelo era andaluz”, cuenta Marcela quien está a cargo del negocio de viandas frizadas (de bajas calorías) ubicado en Carlos Calvo, entre Piedras y Tacuarí, que compartió un tiempo con Norma Escudero quien se dedicó a su pasión, la narración.
Durante muchos años fue secretaria de un reconocido médico especializado en dietas para adelgazar, del que aprendió mucho sobre los métodos para perder peso, las porciones, las calorías, el índice de masa corpolar y demás. “Yo misma padezco de sobrepeso, por lo que efectivamente sé de qué se trata. A mí nadie me lo contó, yo lo vivo”, sostiene Marcela, mientras tomamos un café con leche en El Federal. Las infusiones vienen con un pedacito de bizcochuelo, pero ella no come el suyo, que queda intacto en la mesa.
“Si somos voraces con la comida, somos abstinentes de otras cosas de la vida”, explica la empresaria, que se caracteriza por ser conversadora. “Es mi personalidad, me sale naturalmente, me gusta investigar y conocer las situaciones particulares de mis clientes. La gente tiene necesidad de hablar y a mí me gusta escuchar. Yo les hablo desde mi experiencia personal y laboral”, señala Buendía.
El Sol: La gente que se acerca a tu negocio ¿lo hace para comer sano o es una moda?
M.B.: La gente se acerca al negocio por dos motivos: comer sano y por una cuestión práctica ya que la vianda, al ser frizada, les solucionan un problema porque cuando llegan tarde, abren la heladera, la calientan y tienen una comida elaborada, con una medida justa y no tienen que llamar al delivery de empanadas, pizzas y comidas grasosas que -por lo general- no están hechas con cuidado.
¿La mayoría de los clientes son mujeres?
Sí, pero hay muchos hombres profesionales que llegan tarde a su casa y quieren cuidarse.
¿Los clientes se mantienen en el tiempo o cambian habitualmente?
Hay de los dos, pero en general algunos piden todas las semanas y otros en cantidad para todo el mes. Con los clientes tengo proximidad, a tal punto que nos comunicamos por whatsapp o por mail en el momento que se acuerdan, sean las 10 de la mañana o por la noche.
¿Quién hace las viandas? ¿Seguís alguna receta profesional?
Las hacen dos chicas –Mary y Marcelina- que me acompañan desde hace diez años, aproximadamente, y yo controlo la cocina. Tengo experiencia en este rubro, de toda la vida, pero siempre que tengo alguna duda consulto con un nutricionista.
¿Los menús son siempre los mismos o varían según la estación?
Tenemos una amplia variedad de comidas, alrededor de cincuenta variedades entre carne, pollo, pescado, vegetarianas y tartas (estas pueden ser con base de ricota o con base de masa). La materia prima que utilizamos es de primera, por ejemplo, en carnes cocinamos peceto, lomo y colita de cuadril y la carne picada es de cuadrada. En el caso del pollo, usamos solo pechuga y el pescado es merluza.
¿La comida se prepara sin sal? Hay menú especial para celíacos?
Toda la comida se prepara sin sal agregada. No cocinamos para celíacos, porque hay que tener una cocina especial, ya que no debe haber contacto con nada que tenga harina.
El Sol: ¿Vivís en el barrio?
Antes vivía en San Telmo, por eso el local está acá. Mis clientes no solo son del barrio, también envío a domicilio dentro de la ciudad los días martes, viernes y sábados por la mañana y le proveo a tres dietéticas: en Barracas, Villa Crespo y Belgrano.
Marcela habla con suavidad. Asegura que para bajar de peso, como todo, lo que cuenta es cambiar de hábitos: “La adicción a la comida se diferencia de otras adicciones en que uno puede vivir sin drogarse, sin beber una gota de alcohol o sin jugar, pero no se puede vivir sin comer. A eso hay que sumarle la obsesión por la delgadez de nuestra sociedad, los talles pequeños y el estigma social que dice que si no sos flaca no existís. Esta presión ocasiona muchos trastornos en la alimentación, como la bulimia y la anorexia y agrega: “Hay que adquirir hábitos de vida nuevos y saludables en los ámbitos físico, emocional y mental” (ver recuadro).
“Alimentación y medida adecuada para lograr vivir mejor. Dieta con conciencia es bienestar con tu cuerpo”, resume Marcela Buendía.
Hábitos alimenticios que conviene incorporar
- Comer siempre sentado. Evitar hacerlo mientras se camina por la calle o de pie.
- Sentarse cómodo pero erguido. No asumir una “posición de ataque” frente a la comida.
- Disfrutar, masticar bien la comida, esperar un momento entre bocado a bocado.
- Proponerse masticar al menos diez veces la comida sólida. Esperar a tragar un bocado antes de servirse otro.
- Apoyar los cubiertos sobre la mesa, entre cada bocado. De esta manera comerá más despacio y tomará más conciencia de estar comiendo.
- Usar plato y cubiertos de postre. Esto ayudará a controlar las cantidades de comida.
- No llevar fuentes a la mesa o retirarlas después de servir los platos. Tener comida a la vista puede tentarlo, aunque no sienta apetito.
- Comer solo de su plato. No “picar” del plato del otro, ni terminar lo que otro no comió.
- Comenzar las comidas con caldo, sopa o ensalada. Ayudan a conseguir saciedad.
- Evitar comer mientras se hacen otras actividades como mirar televisión, discutir, leer o atender el teléfono.
Texto y foto: Diana Rodríguez
Gracias por el comentario y por el aporte. Saludos.