Los vecinos preocupados por una obra insólita
La Secretaria de Tránsito del GCBA, ha ideado una insólita obra en Defensa al 1200 (entre Cochabamba y San Juan), debajo de la autopista.
Proyectan “hundir” la calle y la calzada alrededor de 80 cm y, como si esto fuera poco, colocar barandas en las veredas. Además, ampliarán una parte de las mismas para no afectar un caño cloacal. Esta intervención irregular, generará un efecto semi «viaducto».
Quien se pregunte cuál es el motivo que lleva a las autoridades del GCBA a realizar esta intervención en pleno Casco Histórico y en la calle más importante de San Telmo como lo es Defensa, (que además -y como si lo anterior no fuera suficiente para impedirla- es el corredor natural desde la Plaza de Mayo al Parque Lezama, transitado por los miles de turistas que todos los fines de semana del año la recorren) les informamos que es al solo efecto de permitir que los nuevos modelos de colectivos -con aire acondicionado- puedan pasar por debajo de la autopista.
Realmente tanto la obra prevista como el lugar donde se pretende realizar no solo es contraproducente sino superficial y roza lo absurdo, contraponiéndose con las verdaderas necesidades que tiene el barrio en cuanto -entre otras- a infraestructura, luz, limpieza, mantenimiento de fachadas históricas, cuidado del arbolado existente y su ampliación (ya que nos encontramos en el medio de dos enormes vías de tránsito como son la Av. 9 de Julio y la Av. Paseo Colón, con la contaminación que ello implica); sino que agravarán la división producida hace más de 40 años por el original trazado de la autopista que prácticamente lo quiebra.
En realidad, la solución al problema del paso de las dos empresas de colectivos que circulan por la calle Defensa (el 29 y el 22) es tan sencillo y obvio, que no se entiende por qué no se realiza en vez de incursionar en un proyecto tan incoherente y costoso. Esto es: llevar sus recorridos a la calle Perú, solo a dos cuadras del actual. En el caso de la línea 22 circula por Defensa hasta Independencia y luego dobla y toma Perú para seguir. En cuanto al 29, es más grave aún porque al llegar a San Juan gira hacia el Metrobús del Bajo, lo que implica que -en este caso- la obra se haría para que puedan pasar SOLO POR MEDIA CUADRA.
Teniendo en cuenta la situación planteada, se pidió una reunión con los funcionarios de la Secretaría de Transporte (ver foto adjunta) para explicar los motivos que hacen a la necesidad de detener la obra -que está prácticamente por comenzar-, para que las partes afectadas por esta medida puedan consensuar una solución razonable y no se realice en forma intransigente y unilateral como hasta ahora.
La propuesta lógica de los vecinos y comerciantes de la zona, es que el GCBA a través de sus Ministerios de Desarrollo Urbano y Espacio Público, trabajen junto con especialistas urbanos y patrimoniales a fin de lograr que tanto esta como cualquier otra intervención en el barrio histórico de la ciudad no sea otra “herida de muerte”.
EL CASCO HISTÓRICO DEBE SER ESTUDIADO E INTERVENIDO POR ESPECIALISTAS. Como estos últimos bien lo dicen, las ciudades son ecosistemas delicados donde el desarrollo y cambios que se produzcan tienen que ser integrados a las características del barrio y de las personas que lo habitan y viven diariamente.
Este proyecto que cuestionamos no es el caso, ya que no solo altera el paisaje sino que agrava la brecha producida por una autopista que también -en su momento- fue construida imperativamente.