Voces de la Comunidad: Pamela Biazzi sobre el amor
Una preocupación recurrente, no sólo mía, sino de los que me rodean: nuestros vínculos; cómo nos relacionamos con nuestros seres queridos. Vivir en armonía es algo que, a pesar de la explosión de la comunicación, se nos dificulta cada día más.
Tengo la suerte de que me cuenten sus males mujeres de 60 y jóvenes de 20 años, donde la historia se repite y es el desencuentro entre los sexos opuestos. En las mujeres más grandes se trata del supuesto desgaste y el acostumbramiento que les lleva la magia. En las más jóvenes, el desencuentro acompañado por los reclamos mutuos. Lo peor es pensar que uno está solo, o mal acompañado.
En otras épocas no tenías opción y te elegían a tu esposo sin conocerlo, sin sentir amor por él, sin la confianza que hay hoy día. Era mucho mayor la tolerancia y el respeto, pero también el desconocimiento de uno mismo y de algo mejor.
Hoy, con todas las herramientas que tenemos en la mano—la comunicación instantánea por mensaje de texto, chat, teléfonos celulares con cámaras—, nos enrollamos en un lío en que lo que decimos no concuerda con lo que sentimos. Y ahí estamos enredados en la incomunicación en la era de la comunicación instantánea.
Mientras un montón de diferencias nos inquietan, seguimos soñando con algo mejor que nos espera a la vuelta de la esquina. Pero, ¿qué esquina?
Siento que no hay sexo ni edad para andar con tanto pesar en la corazón. Cuando nos empieza a picar el bichito llamado amor, ese principio es tan bello que nos mantiene en un lugar de ensueño. Dicen que produce una hormona que segrega el cerebro y que es más adictivo que cualquier droga. Por eso, es comprensible que al que alguna vez le haya dado la inyección del amor, no quiera volver a pasar por aquél hermoso estado, porque, claro, cuando termina ese estado de ensueño, luego nos lleva al dolor.
El amor es muy difícil de soportar, porque uno siente que le explota el corazón. Una sensación duradera de amor puede resultar intolerable, por eso uno hace tonterías para suprimirlo con rapidez y, para evadirse, hay drogas, alcohol y enfermedades. La gente se mantiene a prudente distancia, y considera al amor como privilegios de pocos cuando, en realidad, está al alcance de todos. Pero hay que tener percepción y ánimo, o responsabilidad, para reconocerlo y soportarlo.
Yo sigo pensando que debe haber un encuentro no perfecto, ni ideal, pero llevadero y armonioso. No, vivir en una felicidad absoluta—imposible—pero, tampoco, en la insatisfacción permanente. Creo que ir en busca de la felicidad ya nos abre un camino que seguramente nos lleva a ella en muchos momentos.
hola estaba buscando personas con mi apellido y llegue hasta aca …………..de paso te digo me encantaron tus palabras sobre todo…..seguimos soñanado con algo mejor que nos espera a la vuelta de la esquina. Pero ¿que esquina??… me encanto!!!! graciass……
hola, me paso lo mismo que liz. suerte y cuando pueda te llamo