Convivencia

A las autoridades del Gobierno de la Ciudad Buenos Aires y vecin@s de San Telmo:

2020 fue el año en que aprendimos que la vida social -como la conocimos hasta ahora- ya no va a ser la misma. El distanciamiento es la forma más efectiva para prevenir contagios (de este y otros virus, conocidos o nuevos); de acá en más, la distancia será una variable que va a intervenir en las formas en que hacemos uso de los espacios urbanos. Y el uso de esos espacios al aire libre debe ser objeto de precisiones, normas, protocolos y acuerdos.

En el contexto de la pandemia y de una crisis económica de dimensiones aún desconocidas, losespacios públicos se han convertido en “mercados” de oferta de objetos, servicios gastronómicos, recitales, performances y diversas actividades culturales; todo ello sin duda le da identidad a nuestro barrio. Pero lejos de desarrollarse según protocolos de pandemia e incluso de normas básicas de convivencia, el espacio se habita de modo descontrolado. Sin control, literalmente. Cada fin de semana este escenario se agrava de manera exponencial.

Nuestras calles se han convertido en lugares donde concurren diferentes intereses, muchas veces contrapuestos. Existe, por un lado, la necesidad -legítima- de obtener ingresos a través de actividades y, por otro, el derecho de l@s vecin@s de vivir en un entorno que permita el trabajo, el descanso y la salud ambiental.

Si estos conflictos de intereses no son administrados por las autoridades correspondientes, lo que termina sucediendo es la imposición de uno sobre el otro, vulnerando derechos y contribuyendo a la instalación de un clima de inseguridad y desgobierno del espacio público.

L@s vecin@s de San Telmo apelamos a la autoridad competente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que haga efectivo -en todo momento- el equilibrio entre el comercio (especialmente el referido a bares y restaurantes del barrio, que terminan saturando el espacio público) y las personas que habitamos o transitan nuestras calles; poniendo más énfasis en reducir los abusos, sobre todo en tiempos de pandemia. Esta responsabilidad, es indelegable.

De no tener respuestas inmediatas por parte de las autoridades, la comunidad de vecin@s buscará los caminos que crea convenientes para alcanzar una convivencia equilibrada dentro del barrio.

                                                                                   Ana Casavelos

Estados Unidos al 400, a las 2 de la manñana. Aglomeración de gente comprando cerveza en la calle.
Bolivar al 900, una multitud que no cumple con las medidas sanitarias mínimas exigidas por las autoridades de la ciudad.

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