Mi Parque Lezama
La calle empedrada
Que llevaba al parque
Donde tantos niños
Juegos inocentes
Entonces jugaban
A la mancha y pido
A las escondidas
A las estatuillas
Y hasta el rango y mida.
La calesita girando y girando
Con un pobre caballo cansado,
Con cinco centavos
Se daba una vuelta
Sacar la sortija
Era una proeza.
Y la calle larga
Con sus macetones
Cubiertos de flores
Llamada calle de suspiros
Donde las parejas
Vivían sus primeros
Y tiernos romances,
Donde se juraban
Amarse por siempre.
El añoso ombú
Era fiel testigo
De aquellas promesas
De besos furtivos
Y palabras tiernas.
Las magnolias blancas
Con melancolía
Junto con la brisa
Al caer la tarde
Su perfume suave
Todo lo envolvía.
El parque, mi parque
Allí está como siempre
Como entonces, el tiempo pasó
Pero él está más joven
Remozado y hermoso,
El tiempo se detuvo en él.
Hoy recorro sus calles
Con mi andar más lento
Y busco entre sus árboles
Las iniciales de los dos
Dentro de un corazón
Que un día grabamos
Pero no lo encuentro,
Quizás, porque el paso del tiempo
Promesas y amores
Todo lo borró
Y se lo llevó el viento.
Elina Leal (*)
*Elina Leal (fall.), alias “Rosita”, vivió en Garay y Paseo Colón. Gracias a su hijo, Rubén Montero, por hacernos llegar su poesía.