GABRIEL GODANO

“Escribir es mostrar la parte interna que la mayoría no revela”

Lucía Di Pietro -vecina de San Telmo- nos “alertó” que era parte del equipo de trabajo de un nuevo proyecto literario propuesto por el escritor Gabriel Godano (42), quien no solo lleva 16 años viviendo en el barrio, sino que las raíces de su árbol genealógico recorren estos empedrados hasta llegar a su abuelo y gran parte de su familia materna. De chico pasaba muchos días al cuidado de su gente y en cuanto tuvo la oportunidad, vino para quedarse.

Las “Condorito” –que le compraba su abuelo- y luego los libros, que lograba sacar de la biblioteca de sus padres, hicieron que se enamorara de las letras y encontrara en ellas una vía de escape para los mundos que habitaban en su interior.

Es aficionado a la lectura y a contar historias desde que tiene memoria; le preocupa que leer sea un hábito que se esté perdiendo y que en el mundo editorial se piense más en las ganancias que en cualquier otra cosa.

De lunes a sábado trabaja en una empresa familiar. En el trayecto hacia el trabajo lee y durante el regreso escribe; también en los momentos que encuentra durante el día o en cada ocasión que la vida se lo permite. Lo hace a mano, a la manera de la “vieja escuela”, en cuadernos y carpetas.

Sus primeras historias fueron contadas a través de dibujos e historietas que compartía con sus amigos de la escuela primaria; con el tiempo, fue probando con cuentos cortos y con algo que llamó “escritos sueltos”, porque a esa edad le habían enseñado -muy mal, según recuerda- lo que era la poesía.

Cuando explica por qué escribe, Godano dice que lo hace porque siente que su imaginación lo supera y necesita canalizarla de algún modo. Como le gusta contar historias, encontró en las novelas y los cuentos la forma apropiada para hacerlo, aunque no escapa a la idea de hacer radio o guiones para cine y teatro. Escribe para divertirse y con la idea de compartir, ya que para él escribir es mostrar la parte interna que la mayoría no revela o pierde en su camino a la adultez. 

Algunas de sus historias dejan mensajes, otras risas, diálogos atrapantes, adrenalina; algunas, quizás, encuentran su razón de ser al ser leídas. No escribe como un intento de “educar a nadie”, sino con el fin de darle a las personas un mundo donde refugiarse, acompañarlas si el viaje en el colectivo es muy largo, si la espera en el banco es tediosa, si quieren escapar un poco de Netflix o cualquier otra pantalla y leer un buen rato para ejercitar su lado creativo.

Siendo chico encontró muchos maestros que lo llevaron a la escritura: Stephen King; Peter Straub; Edgar Allan Poe; H.P. Lovecraft; Antoine de Saint-Exupéry y tantos otros que desde las páginas de sus libros lo alentaron a crear historias propias.

Aunque se lanzó al mar de las letras solo -como el hobby que en gran parte y por suerte, asegura, sigue siendo-, luego se propuso sacar a la luz sus escritos e hizo un taller con Gabriela Yocco, reconocida poeta argentina, fundadora de la editorial boutique “Al Filo Ediciones”. Actualmente estudia la carrera de Licenciatura en el Arte de la Escritura en la UNA, con la cual pretende conseguir herramientas para pulir su estilo. 

Como la persona apasionada y curiosa que es, Gabriel aborda tantos géneros como le es posible. A veces con buenos resultados y otras, a su criterio, no tan buenos pero divertidos de escribir y experimentar. Si algo no tiene, es miedo a salir de la zona de confort y si algo lo caracteriza, es su prolífica producción. Lleva escritas alrededor de 20 novelas; no tiene la cuenta exacta porque acumula libros completos desde hace años y de un tiempo a esta parte mantiene una rutina de escritura diaria, que lo lleva a seguir produciendo obras inéditas de forma constante.

Su novela “Buen Pasar”, publicada en 2015 por Séverled Ediciones, es un drama dividido en dos historias. En una aborda la vida y los conflictos de la tercera edad, desde una óptica perspicaz; en la otra, diferentes visiones juveniles de la vida y el valor de la amistad. Por esos años también escribió una saga de cuentos de humor llamada “Veganwars” en la que juega con los estereotipos, tan en auge hoy en día, de veganos y carnívoros, con un tinte desopilante y paródico.

Actualmente escribe novelas cortas de ficción para una colección de bolsillo llamada “Vagamundos”, en la que recorre diversos géneros como el policial, la ciencia ficción, la acción, la comedia, el terror; entre otros. El proyecto ofrece historias dinámicas y de fácil lectura y fue imaginado para acompañar los tiempos de viaje y de traslados tan característicos de nuestra ciudad. Además, trabaja en una serie de cuentos cortos para antologías. Por otro lado, proyecta realizar un periódico literario con la posibilidad de participación de escritores actuales, con el fin de expandir las letras al público local y barrial.

Con relación a su nuevo proyecto literario que provocó nuestra curiosidad, pudimos saber que Gabriel -quien contaba con una gran cantidad de material escrito- decidió apostar y se embarcó en la realización de un portal, cuyo contenido siempre ofrezca lecturas de acceso gratuito. Luego de casi un año de dedicación y trabajo minucioso junto a un equipo de programación y diseño, el 1 de julio/2022 lanzó www.gabrielgodano.com, una ventana al mundo en la que ha ido publicando su material, a medida que corrige y edita el contenido.

Novelas enteras, cuentos de humor, de terror y más, ya están subidos para ser leídos, comentados y compartidos. Como muchos creadores de contenido actualmente, tiene la opción de que le inviten un “cafecito”, para ayudar a mantener los costos mensuales del sitio. Si bien planifica tener algunos de sus títulos a la venta, su propuesta literaria se basa en fomentar el acceso libre a la lectura y ofrecer contenidos de manera abierta y sin fronteras, en respuesta a un mercado caracterizado por el lucro competitivo.

En la búsqueda de acercarse más al lector y romper la barrera cultural que históricamente separa al autor de su público, desde 2021 ofrece un servicio de escritura de cuentos personalizados, basados en el homenajeado, para aquellas personas que buscan hacer un regalo distinto. Los interesados brindan a Gabriel datos anecdóticos reales y él los ficciona.

Otra propuesta original que expande su terreno literario, son los cuentos colaborativos. Se trata de un juego y también un desafío, en el que cada lector le “presta” un personaje, describiéndole sus características predominantes y Godano escribe una historia. En la sección “Blog” de la página pueden encontrar los tres que hizo este último verano.

En un momento donde la pantalla nos “atrapa” inevitablemente, es bueno encontrar ideas que no renieguen de ella y que la utilicen creativamente.

                                                                                               Isabel Bláser

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Para participar en los cuentos colaborativos pueden hacerlo a través Instagram en: @gabrielgodano. En la página web (www.gabrielgodano.com) hay una sección de comentarios para interactuar y recibir mensajes en todo momento.

Edición especial “San Telmo”: Como ofrecimiento especial y en agradecimiento al periódico y a todos los vecinos que lean esta nota, los personajes de las primeras veinte personas que le escriban serán parte de los próximos cuentos colaborativos. Para sumarse tienen que hacer una story arrobando a Gabriel (@gabrielgodano) y al periódico (@elsoldesantelmo), poniendo el nombre del personaje y sus rasgos distintivos, sobre todo de carácter.

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Cuento

Espíritu

No es lo mismo contar una historia de fantasmas que una historia de espíritus. La palabra “fantasma” nos hace temblar siempre, pero “espíritu”, depende del contexto.

Hay un espíritu donde vivo. No estoy loco, lo aseguro. No lo siento solo yo, por eso puedo decirlo. Lo sienten todos los que pasan, los que vienen y se quedan, los que se van y también, siempre, algo dejan. Lo sienten los turistas y los vecinos. Hay un espíritu sin dudas. Basta con caminar sobre los adoquines, ver los frentes de los edificios, respirar la historia de sus calles y pasajes o escuchar las murgas recorrer calle Defensa los domingos.

Mi barrio tiene, mi barrio es un espíritu.

No importa cuánto levanten calles y las vuelvan a reconstruir, su espíritu se mantiene firme y desafiante.

El mercado lavó su alma, pero sigue ahí, siendo el mismo por el que antes, de muy chico, caminaba con mi abuelo de la mano, entre tantos negocios hoy perdidos. El mismo que él caminó, mucho antes, de la mano de su padre.

Mi barrio tiene el espíritu de cientos de almas y memorias. Es ruidoso de noche y de día, está vivo, late. Arte, tango y firuletes, vienen a morir a mi barrio si se han portado bien en vida.

No sé si mañana seguiré vivo, si mañana tendré que irme, pero pase lo que pase, el espíritu de mi barrio, de nuestro barrio, siempre vive conmigo.

                                                                                               Gabriel Godano