Una doble despedida en Estados Unidos y Piedras
Fallecieron los directores del Museo Argentino del Títere y La Vidriería San Telmo
Piedras y Estados Unidos. Dos ochavas enfrentadas que, en poco tiempo, han sufrido la pérdida de sus mentores:
Sara Bianchi, titiritera, educadora, escritora, guía del museo que, ubicado en la casona que había sido propiedad de su maestra, Mané Bernardo, sostuvo con gran esfuerzo y poco apoyo. Presentó su última obra: “Lucecita en el Bicentenario ¡2010!” poco antes de que su propia luz vital se apagara.
Su vida fue modesta. Su mayor interés fue desarrollar el movimiento titiritero; promover el estudio sistemático en las personas dedicadas a esta sutil tarea: hacer que un muñeco tome vida en el retablo.
Organizó en el museo visitas guiadas para escolares, porque consideraba importante que los niños “supieran qué maravillas hay fuera de la computadora”.
Andrés Agoste, fundador y, hasta ahora, motor de una vidriería donde sorprende el buen diseño y la capacidad de síntesis con que se muestran los artículos en venta, intercalando juguetes, antigüedades y vidrios en bruto.
Reconocido por sus vecinos como respetuoso de la gente de trabajo, apoyaba a los que le pedían trabajo y nunca tardaba en pagarles. Sus vecinos y amigos, con quienes jugaba al paddle los martes por la noche, creen que su gran desafío fue su empeño por las cosas bien hechas: lo frustraba que una tarea no se hiciera “como es debido” y su franqueza, a veces, molestaba.
Ambos son ejemplos de vecinos que ayudaron a “hacer” San Telmo con su labor y dedicación. Trabajaron duro para sostener sus respectivos proyectos: Sara tan fuerte desde su aparente fragilidad; Andrés luchando con los vaivenes de la economía argentina pero siempre con su decisión de seguir creciendo en este barrio de la ciudad.
Los recordamos con cariño y respeto.
—Alicia Segal