La Escuela Taller del Casco Histórico
Esta institución es un espacio de capacitación en oficios tradicionales orientados al fin de recuperar edificios que son parte de nuestro pasado y a su vez, fomentar una oferta laboral capacitada para realizar esta tarea.
La ciudad de Buenos Aires cuenta con un valioso patrimonio edilicio que requiere de intervenciones para su mantenimiento y conservación.
La escuela taller perteneciente al Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad y a la Subsecretaria de Cultura, participa en el diseño de políticas de capacitación y técnicas de restauración y conservación de edificios patrimoniales.
La institución esta ubicada en Brasil y Paseo Colón, y forma parte específicamente, de uno de los programas del “Plan de Manejo del Casco Histórico de la Ciudad”. Allí se dictan cursos de albañilería, yesería, pintura de obra y carpintería, además de talleres de limpieza técnica de metales, pétreos, maderas y moldería.
La escuela comenzó a funcionar en 2001. En ese momento “se elaboro un diagnostico urbano de todo el Casco Histórico que arrojó como resultado que el sesenta por ciento de los edificios estaban en mal estado y no había gente capacitada para restaurarlos”, relata la arquitecta y actual directora de la Escuela Taller, Cristina Malfa.
Frente a esta situación surgió la Escuela Taller. “Queríamos implementar una salida laboral con un valor agregado”, cuenta Malfa.
El programa de la Escuela comienza con un ciclo introductorio que es obligatorio y tiene una duración de cuatro meses. Una vez finalizado, se pueden realizar prácticas en taller y/o en obras.
Las prácticas en obras se han venido realizando en edificios de valor patrimonial como la Casa de la Cultura, Museo de la Ciudad, Casa Museo Isaac Fernández Blanco, Museo Carlos Gardel, Centro Cultural General San Martín. También se realizaron intervenciones en el Parque Lezama, en el Cementerio de la Recoleta, el Edificio Ex Padelai, Instituto de Investigaciones Históricas y Museo Evita, Catedral Metropolitana, Convento de San Francisco, Casal de Catalunya, Pasaje La Piedad y en el Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires.
Cuenta la directora que actualmente “una parte de alumnos esta contratado para trabajar en la restauración del edificio del Senado, y otra parte en instituciones como el Correo y en tribunales”.
Las orientaciones son “aprendiz de oficio” y “medio oficial de oficio”. Al finalizar el curso se entregan certificados, donde consta la cantidad de horas y la especialidad, avalado por la Dirección de Casco Histórico y la Dirección General de enseñanza artística.
Las pre-inscripciones se encuentran abiertas durante todo el año y no hay ningún tipo de requisitos que deba cumplir quien quiera concurrir. Pero para ser admitidos se tiene en cuenta una tabla de puntajes: los más desfavorecidos son los primeros en entrar, y si quedan vacantes se suma a los profesionales.
Relata Malfa: “En 2006 la Secretaria de Cultura de Esperanza Santa Fe, nos pidió colaboración en la restauración de algunos edificios de su patrimonio y acordamos intervenir una bóveda del cementerio”. Así fue como se comenzó a implementar el sub- programa llamado “asesoramiento municipios”. El mismo consta de charlas informativas, asesoramiento, capacitación a formadores, entre otras actividades.
En mayo de 2010 luego del terremoto ocurrido en Chile, convocaron desde allí a la Escuela Taller para evaluar los daños producidos por el terremoto. “Armamos un equipo de trabajo compuesto por algunos profesores y nos acompaño también un hombre peruano maestro en yesería, Casimiro Sejas López, al que finalmente contrataron allí y aun continua trabajando”, amplia Cristina.
Los beneficios que brinda la escuela son múltiples: “Por un lado estamos capacitando gente que no tiene las herramientas para poder hacerlo, porque una escuela como esta no existe y le brindamos una salida laboral. Muchos arquitectos y restauradores llaman a la escuela pidiendo ayuda”, comenta orgullosa la directora Malfa.
A pesar de los aportes de esta institución, la Escuela recibió una orden de desalojo el año pasado citando tres ordenanzas que prevén el ensanche de la Avenida Paseo Colón. Sobre este tema, comenta la directora que han presentado un recurso de amparo “porque nos iban a demoler”, y que “hay una propuesta de la Legislatura de declararnos de Interés Cultural”. Sin embargo, admite preocupada, que: “vivimos constantemente una situación de inseguridad”.
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