La poesía del patio interior en la ciudad

Texto y fotos por Geraldine Brezca

Por esas cuestiones del destino vine a vivir San Temo por solo dos meses y luego no pude imaginarme viviendo otro barrio.
Si bien sus calles no son muy arboladas, uno de los encantos de San Telmo son sus patios y terrazas. Cuando busqué mi casa, tenía claro que necesitaba un lugar para mis plantas.
La magia del intercambio entre las plantas y los seres humanos me conmueve. Ellas exhalan el oxígeno que nosotros necesitamos para vivir y nosotros exhalamos el dióxido de carbono que ellas necesitan para vivir.
Cada mañana, cuando me despierto, las voy a ver: la sorpresa de las flores de los cactus, que duran una sola noche; la poesía de mis orquídeas, que me acompañan hace años; la dulzura de las plumerias, que planté de semillas;  mi ombú bonsai; las alegría del hogar que me alegran todo el año y el aroma incomparable de mis White Gingers.
Cuando veo las flores y las plantas, la perfección matemática de sus diseños me conecta con lo efímero y me inspira para seguir creando.

Flores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San TelmoFlores de San Telmo

También te podría gustar...

1 respuesta

  1. Liliana dice:

    cuál es la white ginger? dónde se consigue? Gracias y saludos. Liliana

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *