Homenajes a Benito Quinquela Martín
El pasado enero se cumplieron 35 años de la muerte del celebrado pintor boquense (y huérfano del Patronato de la Infancia en San Telmo) Benito Quinquela Martín. Admiradores de su obra podrán disfrutar de «La Boca según Quinquela», una exposición de sus trabajos sobre el barrio de La Boca, donde él vivió. La muestra es un recorrido de sus pinturas y grabados, acompañados por obra de amigos artistas. Núcleos temáticos muestran el paso del tiempo y las transformaciones del barrio. Completa este panorama material perteneciente al archivo del Museo. La muestra se podrá ver en el Museo de Bellas Artes Quinquela Martín hasta el 4 de marzo.
Otra manera de rendirle homenaje al artista es al ver la obra teatral «Benito» de Maggi Persíncola. Esta producción cuenta la vida de Quinquela Martín a través de una sirena perteneciente a la colección de mascarones de Quinquela, que va relatando a modo de coro griego partes de la vida del pintor, desde su abandono en la casa de expósitos en 1890 hasta momentos antes de su muerte en 1977, las que son actuadas en diversos cuadros por un elenco de seis actores personificando nueve personajes de la realidad y la fantasía. Se puede ver la obra de teatro, al aire libre y apto para todo público, los viernes de febrero y marzo en la Manzana de las Luces.
(texto biográfico de María Sábato, directora del Museo Quinquela Martín):
Benito Quinquela Martín nace en 1890. Nadie, sin embargo, puede aseverar con certeza si su día de nacimiento ocurrió un 1 de marzo, como lo confirmaron las monjas y médicos del orfanato donde había sido abandonando en el entorno de la ex Casa Cuna, el día 21 de ese mes. El niño fue dejado, envuelto en finas ropas, acompañado por un mensaje, un pañuelo cortado en triangulo donde decía: “este niño ha sido bautizado con el nombre de Benito Juan Martín”. El triángulo ausente, sería tal, vez un mensaje de futuros reencuentros… Si fue esa la intención, jamás sucedió. Durante los siete años de pupilaje fue un niño dócil, positivo, obediente… Este carácter natural, favoreció un continuo camino hacia metas superadoras que pudo concretar con creces, hasta el final de su vida.
A los 7 años es adoptado por un matrimonio, sumamente humilde de La Boca, quienes formarán una familia que compartirán a lo largo de la vida las satisfacciones o inclemencias de los años. La madre, Justina Molina, entrerriana, fuerte, introvertida, descendiente de indígenas, con carácter, pero dulce a la vez, y el padre don Manuel Chinchella, hosco, trabajador, quien no comprendió durante años la vocación de su hijo.
El Barrio de La Boca, barrio de inmigrantes, de trabajadores, tenía un acendrado comportamiento solidario. Son obreros, muchos de ellos analfabetos, pero con una gran capacidad para formar fuertes tejidos sociales, de ayuda, solidarios. Saben que ese es el único camino para alcanzar sus metas y objetivos: progreso económico, mejor vida para ellos y sus hijos. Progreso y educación iban de la mano. Constituían además la justificación de su partida a nuevas tierras, dejando sus familias, su cultura, su medio.
Benito, entonces, crece al abrigo de estos conceptos. Desde niño supo que tenía un don, el de poder expresarse a través del dibujo. Los tiempos eran difíciles, por lo tanto, su herramienta eran las carbonillas que se escapaban de las bolsas cuando hacía el reparto del carbón… Sin embargo, en el Barrio de La Boca, constituye y construye su identidad, al igual que su entorno, de la gente que lo rodea; comprende que el único medio para alcanzar sus metas son el esfuerzo, el estudio, la tenacidad, y una coherencia moral que no lo abandonará nunca.
La suerte apareció a los pocos años, en plena juventud, a través de un encuentro fortuito con el pintor Pío Collivadino, gran artista, perteneciente a la Academia, y más tarde se uniría su secretario, Eduardo Taladrid. A partir de estos hechos, su vida cambia radicalmente, y cuando los vientos de la crítica se ensañan en Buenos Aires (crítica que sigue empeñada en una suerte de desvalorización, cuando ya la sociedad toda lo ha convalidado), lejos de amilanarse, toma otros atajos. Viaja a Europa durante diez años.
Expone en espacios consagratorios; se reúne y conoce personalidades del mundo intelectual y empresarial, quienes compran sus obras, ofrecen cargos y comparten tertulias. Este nuevo giro de su vida no modifica esa construcción, esa producción de sentido, que está germinando y desarrollando en su espíritu. Sí pinta su mundo, el mundo del trabajo, el mundo de la gente, de su espacio, de su entorno, de su niñez; su vida, sus costumbres, sus creencias, y estas creaciones lo llevarán a otra construcción que lo consagra.
«La Boca según Quinquela»
Hasta el 4 de marzo de 2012
Museo de Bellas Artes “Benito Quinquela Martín”
Av. Pedro de Mendoza 1843/ 35, La Boca
Abierto al público de martes a viernes de 10 a 18 hs, y sábados, domingos y feriados de 11 a 18 hs. Lunes cerrado.
Entrada libre y gratuita. Bono contribución $ 8.
«Benito» de Maggi Persíncola
Manzana de las Luces, Patio Moreno
Perú 272
Viernes a las 21
Entrada : $ 40
Jubilados y estudiantes: $ 25