Vecinos opinan sobre la peatonalización de Defensa: se abrieron los pliegos de obras

La peatonalización de la calle Defensa ha dividido las aguas entre vecinos y comerciantes del barrio de San Telmo. Por un lado están los que están de acuerdo, por otro los que no, y la tercera posición la conforman los que la prefieren pero con varios reparos. Y aunque aún no se ha expedido la Legislatura porteña respecto del proyecto del Gobierno de la Ciudad y ya hay quienes van a presentar un recurso de amparo y están reuniendo firmas para exigir participar del debate y preservar la identidad (que incluye la Ley de protección del adoquinado) ya se abrieron los pliegos de licitación para la obra sin escuchar a los vecinos.
La idea del gobierno porteño es que Defensa desde Hipólito Yrigoyen hasta Brasil sea peatonal y tenga un solo carril de uso restringido para garantizar el acceso de proveedores, vecinos, personas con capacidades reducidas y la entrada a garajes (N.d R. para el detalle completo de las calles ver edición anterior de El Sol de San Telmo en www.elsoldesantelmo.com.ar).
Además, el plan incluye la unificación de nivel de vereda y calzada, el fin de los adoquines para “cumplir con condiciones de accesibilidad para todos” y la incorporación de bancos, cestos, bolardos, soportes para bicicletas y una nueva iluminación.
Algunos vecinos están juntando firmas para detener el proyecto. “Las características de San Telmo son históricas. Las veredas y los empedrados son parte de su esencia. Es nuestra identidad, si la perdemos, no tenemos nada”, asegura Manuel Fernández, presidente de la República de San Telmo.
“Queremos mantener las cosas con historia. Yo pregunté mucho y eso es lo que dicen los turistas que buscan historia. No nos negamos al progreso pero sí a que borren el pasado”, agrega.
“Hay mucho que hacer antes que esto, como preocuparse por que no derrumben las casas. No hay que agregar sino mantener lo que está”, asevera Liliana, vecina del barrio.
Sin embargo, hay quienes están contentos con los futuros cambios. “Me parece muy bien, sobre todo que saquen los colectivos. Además, Defensa me parece muy linda cuando funciona como peatonal”, afirma Inés Helguera, vecina del barrio y miembro de una de las asambleas barriales, molesta con la alta concentración de ruidos y smog de la calle Bolívar, por ejemplo.
“Es la manera de revalorizar la zona”, opina Raúl Sosa, vendedor de cueros. “Habrá más gente y menos autos”, entiende Fabián Celedoni, del rubro de las antigüedades.
Muchos comerciantes están preocupados por la venta ambulante, que copa la calle Defensa los domingos, cuando se transforma en peatonal. “Los artesanos que están en el suelo nos van a terminar sacando de acá”, dice Delia, desde su puesto de antigüedades en la Galería Mundo Antiguo.
Si bien no hay consenso sobre la calle Defensa, vecinos y comerciantes coinciden con que los pasajes 5 de julio, San Lorenzo y Giuffra y los entornos de la Plaza Dorrego deben ser peatonalizados, como plantea el proyecto.
La idea de hacer peatonal y cambiar la fisonomía de Defensa es parte de un emprendimiento mucho más ambicioso del gobierno porteño: el proyecto Prioridad Peatón, con el que el macrismo –dice- propone combatir los problemas del tránsito en la ciudad. El plan incluye cambiar el recorrido de 35 líneas de colectivos, crear contracarriles en varias avenidas y peatonalizar algunas calles y pasajes.
Sin embargo, aún falta que la Legislatura porteña apruebe el proyecto. Según la arquitecta Bárbara Rossen, directora de la Comisión Parlamentaria de Planeamiento Urbano, “hace un mes hubo una reunión conjunta muy dura. No puede haber una modificación estructural en la ciudad desligada de todo lo demás, como el impacto ambiental que pueden producir los colectivos en las zonas a las que sean desviados. Faltan muchos informes técnicos y el proyecto es poco puntual. El tema está muy verde aún”.
No obstante, los pliegos de las cuatro licitaciones que componen la peatonalización de Defensa ya fueron abiertos y el plan está en marcha.
Mientras tanto, otra de las preocupaciones la manifiesta el Presidente de la Asociación Comerciantes y Amigos de Plaza Dorrego, Pablo Ortiz: “Los frentistas estamos preocupados porque existe el rumor de que se harían las obras de remodelación de la plaza, que desde hace siete años se vienen solicitando, entre los meses de agosto y diciembre; esto implica un gran impacto negativo en nuestro trabajo”, explica el gastronómico. “En la Dirección General de Urbanismo y Arquitectura nos respondieron que parte de la obra de la Plaza Dorrego entró en el pliego de licitación abierto el 4 de julio, pero no sabemos qué parte”, expresó, preocupado.
Como reflexionó Fernando Martín, coordinador del Centro Cultural Plaza Defensa, “hay que pensar mucho la ciudad y el barrio antes de hacer algo”.
—Juan Pablo Parrilla Branda

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