Juegos en red
Por Daiana Ducca
El auge de los juegos en red, las consolas de PlayStation o la wii de Nintendo, hoy llama la atención no solo de niños sino también de adultos. Son los más elegidos a la hora de destinar tiempo al entretenimiento y han modificado la manera de socializar de las personas. Se juegan ´puertas adentro´, con la idea de juntarse con amigos y compartir un momento de esparcimiento y diversión. También los padres los prefieren, ya que les da mayor tranquilidad el hecho de que sus hijos se reúnan en una casa, lejos de todo peligro externo.
“Mis amigos y yo nos juntamos a comer en alguna casa y jugamos a la wii. Es más divertido hacerlo en grupos que sola, porque te entretenés no solo cuando jugás sino también mirando a los demás”, cuenta Aldana Maldonado (24 años).
Los videojuegos, como la PlayStation o la wii, son para algunos una forma de relacionarse cara a cara con amigos o familiares. Una herramienta eficaz para amenizar una reunión o una cena, ya que se van turnando de dos o tres y también -para el que le toca esperar- es agradable ver jugar a los demás; charla o aperitivo de por medio.
En el caso particular de los juegos en red, muy populares en los cibers, si bien en apariencia cada uno juega en su computadora abstraído del mundo, muchas veces acercan a desconocidos que, unidos primeramente solo por el deseo de entretenerse, con el tiempo pueden seguir conectados mediante el chat y hasta llegar a conocerse personalmente. “Yo no entendía cómo en los cibers se pasaban tanto tiempo los chicos jugando tan abstraídos de todo, sin embargo mi hermano me explicó que conoció mucha gente de esa manera”, explica Pablo Podestá (28 años).
Quienes eligen este tipo de pasatiempo, juegan tanto con amigos como con desconocidos a través de Internet y cada uno tiene un rol determinado, según habilidades o preferencias.
Sea de una forma o de otra, los videojuegos en sí mismos, constituyen herramientas lúdicas de comunicación -la mayoría de las personas juegan con otros parte del tiempo- y pueden no solo entretener sino también incorporar conocimientos sin estar necesariamente conscientes de ello. Es una forma de relacionarse distinta a la tradicional, pero cada vez más frecuente tanto para niños como para adultos.