Las Sibilas en la Iglesia de San Pedro Telmo
De cuántas historias habrán sido testigos mudos aquellas paredes que construyeron hace tres siglos los jesuitas y que hoy pertenecen a la iglesia San Pedro Telmo. Muchas de ellas desconocidas aún y otras tantas, inconclusas todavía. El arte sirve -muchas veces- como testimonio de momentos pasados, que de otro modo se perderían por el transcurso del tiempo.
Dentro de la iglesia San Pedro Telmo se atesoran grandes cantidades de obras artísticas e históricas de importancia, como es el caso de las Sibilas que actualmente están expuestas en la Sacristía. Antiguamente estaban colocadas en la parte superior de los muros, pero después de su restauración -para preservarlas y evitar el deterioro causado por la humedad- fueron ubicadas en atriles de madera.
Las Sibilas son un conjunto de doce óleos anónimos del siglo XVIII, de los cuales no se conoce la procedencia, que representan antiguas sacerdotisas de la mitología clásica con poderes proféticos. Estas pinturas, con forma de óvalo, muestran escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, por ello -tradicionalmente- se las llamó sibilas cristianas. Los personajes, desde un pasado remoto, anunciaban la salvación cristiana mediante mensajes que debían ser interpretados. Dichas figuras paganas -relacionadas con el mensaje cristiano- fueron aceptadas en aquella época, al igual que el poeta más grande de Roma, Virgilio, quien había vaticinado la llegada de Cristo dos décadas antes de su nacimiento. Tan es así, que fue considerado el anunciador del cristianismo.
Como vemos, los cultos paganos se han enlazado a la tradición cristiana y a pesar de no contar con datos certeros sobre la procedencia de estos cuadros, los mismos -sin duda- son la manifestación de historias de tiempos remotos que no conoceríamos si no los hubiéramos conservado.