Seguir trabajando con pasión
En un barrio tan antiguo como San Telmo uno puede cruzarse con vecinos que hace años viven en él, como es el caso de Beatriz Rojas “una vendedora de plantines y repasadores”, según sus propias palabras. Pero ella es más que eso, es una de las vecinas que le ha aportado y le aporta sus vivencias al barrio.
Beatriz, oriunda de Salta, llegó a Buenos Aires cuando tenía 17 años. Empezó trabajando de moza en lo que hoy es el barrio de Palermo Hollywood y se capacitó en cursos de gastronomía, incluso realizó un profesorado de comida naturista. Gracias a esto pudo entrar a trabajar en la empresa S.I.A.L donde se encargaba de cocinar para escuelas y hospitales. Viajó por toda la región ayudando en las cocinas. Estaba entre seis meses y un año en cada lugar y después la transferían a otra zona. Así fue, hasta que se dio cuenta que lo que más amaba era estar con los chicos y empezó a trabajar en la escuela N°1 de Independencia 758 (y Piedras). Fue la encargada de la cocina por más de 15 años y su tarea era hacer la comida para más de 500 alumnos, cosa que hizo hasta que se jubiló. Hoy sigue capacitándose y vende en la vereda de un supermercado de la calle Brasil y Perú para “pasar el rato y ganar unos pesos más”.
Hace más de 20 años que está en el barrio y lo vio cambiar y crecer como tantos de los alumnos que pasaban por los comedores que ella atendía. Le da pena la mugre que ve por las calles y la inseguridad que está tan presente. Pero nada de eso la detiene para seguir haciendo lo que le gusta: estar en contacto con la gente y seguir aprendiendo para «abrir la cabeza», porque para Beatriz «no hay nada que te detenga cuando amás lo que haces».