Fundación Mercedes Sosa para la cultura
Nacida el 9 de julio de 1935 en un hogar humilde de la provincia más pequeña de la Argentina (Tucumán), Haydeé Mercedes Sosa se convirtió con el tiempo en una de las artistas de mayor proyección internacional en la historia de la cultura popular de nuestro país.
Además de su voz exquisita, supo combinar -con el mismo talento- distintos géneros como el folclore, el rock, la bossa nova, el tango, boleros, etc. Su ecléctico repertorio incluía a Atahualpa Yupanqui, Charly García, León Greco, Chico Buarque, Armando Manzanero, Enrique Cadícamo, entre tantos otros.
Quizás muchos vecinos de San Telmo todavía no sepan que en nuestro barrio está la Fundación Mercedes Sosa para la cultura, ubicada en Humberto I° 378, en el mismo edificio donde funciona el Servicio Penitenciario Nacional.
“La Organización Nacional de Bienes Públicos del Estado (ONABE) nos cedió el espacio por 99 años”, explica Agustín Matus, nieto de Mercedes y secretario de la Fundación. Su padre, Fabián Matus y su tía, Araceli, son el presidente y la vicepresidenta de la entidad, respectivamente. Con el pelo largo y una amplia sonrisa, Agustín (27 años) recibió a El Sol en la sede del centro cultural.
El Sol: ¿Qué actividades organiza la Fundación?
A.M.: Un domingo al mes, a las 15 hs., hacemos un recital en el patio con entrada libre y gratuita, conjuntamente con la Secretaría de Cultura de la Nación. Por otro lado, estrenamos la película (el documental “Mercedes Sosa, La voz de Latinoamérica”), dirigida por Rodrigo Vila, que realmente vale la pena ver. Tiene mucha música, pero también partes divertidas y otras muy emocionantes. Además, aquí funciona la Escuela de Teatro y Artes Escénicas, llamada “El descubridor” (ver recuadro), a cargo del actor Manuel Callau. Y tenemos el proyecto de hacer una escuela de música para chicos.
El Sol: ¿Cómo se financia la institución?
A.M: La nuestra es una Fundación sin fines de lucro. No se cobra entrada para nada. Hacemos todo a pulmón, con el aporte de mi padre. Tenemos un equipo de profesionales, el espacio y las ganas, pero hay que tener mucha paciencia porque por cuestiones edilicias hacer reformas es muy difícil. En más de 250 años, nunca se realizó una inspección. Entonces hay que ir muy despacio, haciendo la habilitación por sectores. Tenemos pensado hacer “merchandising” de la Fundación: remeras, postales, fotos, mates. De esa manera, podríamos cubrir algo de los gastos.
El Sol: ¿Qué objetivos tienen a largo plazo?
Nos gustaría que en 5 a 10 años esto se convierta en un polo cultural, no solo de San Telmo, sino también para toda la ciudad. Tenemos como referencia la Ciudad Konex, donde funcionan distintos organismos. Nuestros objetivos son: primero, preservar la obra e imagen de Mercedes, luego continuar con su legado y, especialmente, descubrir e impulsar a nuevos artistas, que actualmente tienen que pagar para tocar.
Cordialmente, Agustín nos invita a recorrer las instalaciones, como quien muestra con orgullo su casa. En las paredes que bordean el patio, la querida “Negra” sonríe infinitamente.
Por Diana Rodríguez