Tierra de bares
La vida santelmeña, con relación al bar, tiene su larga e intensa historia, escrita de famosos encuentros, interminables charlas anónimas, repetidas borracheras, poemas, transgresiones, aperturas, cierres y amargas despedidas. Algunos bares, fieles y eternos testigos de aquellas pasiones, ya no están y lo sufrimos; los lloramos como buenos porteños nostálgicos. A la persona a la que le han cerrado “su” bar alguna vez, no es necesario explicarle nada. Es más, debería haber un funeral cada vez que se cierra uno, para poder hacer el duelo ¿o no?
Pensamos entonces en La Coruña de la querida Carmen (Bolívar 982), que cerró el año pasado; en El Británico (Brasil 399) que bajó su persiana ahora en agosto; en Negril (Balcarce 971) que también tuvo que decir adiós en estos días.
Como buenos escenarios de la vida, su estilo, su estética y sus visitantes nos hablan de las nuevas tendencias, modas y las costumbres sociales actuales.
A principios del año 2000, llegó a Buenos Aires un movimiento muy fuerte que nació en EE.UU.: el “After office” (después de la oficina). Comenzó a instalarse en el microcentro porteño por ser, en la ciudad, el punto neurálgico de oficinas. Se trata de la costumbre de salir del trabajo y reunirse a beber con compañeros y/o amigos en un bar. Estos lugares se caracterizan por tener música y bebidas a precios promocionales como el famoso Happy hour (en determinado horario el precio de un trago vale por dos). Tan fuerte pisó esta movida que se fue extendiendo a otros barrios y el nuestro, no es una excepción.
Los primeros bares con modalidad After office llegaron a la zona hace alrededor de 7 años y, en los últimos 3 abrieron sus puertas más de 15. Nos interesó enterarnos de qué manera se instaló y adaptó esta movida entre nosotros; cómo son los lugares; quienes son sus clientes; qué toman y escuchan; que aportan a San Telmo y viceversa y de qué manera conviven con los demás tipos de bares que ya existen en la zona. Salimos a charlar con algunos clientes y dueños, sumados a una interesante idea de una vecina que hace unos meses creo la movida 1Barxviernes (recorrer la ciudad para conocer diferentes bares).
La música: En general se escucha Funk, Pop, New Wave, Dance-punk, Soul, Rock nacional e internacional y entonces suenan: David Bowie, Jamiroquai, Redondos, Soda Estéreo, Pearl Jam, Talking Heads, Blur, Al Green, Beck. Música moderna de alta calidad artística, porque la mayoría de sus dueños o encargados son fanáticos de ella. Uno nos contó que si “pinta” un tango también se pone y agregó que, un ritual íntimo es que cada noche -antes de abrir- le prenden una vela al Flaco Spinetta. Es muy difícil, sino imposible, encontrar un lugar donde pasen reggeaton o cumbia.
La bebida: San Telmo es tierra de cerveza y muchos de estos lugares son especialistas en cervezas tiradas, artesanales y hasta existe un brewery bar que la elabora. Pero también, en los últimos años, se ha incurrido en los cócteles, con tragos de moda; por lo que es posible encontrar bares fundamentalistas de la buena cocteleria.
El espacio: Los lugares tienen diferentes estilos, desde los que evocan a los típicos bares europeos ingleses, polacos o irlandeses, hasta los lugares under y otros con estética propia que mezclan lo moderno con la bohemia de la zona. Pero en casi todos se puede percibir, claramente, la idea de preservar la arquitectura que ofrecen las viejas casonas de San Telmo, conservando sus altos techos, los pisos damero y sus infaltables ladrillos antiguos. En este aspecto la adaptación al barrio es impecable y nos habla de la clara intención de querer conservar su identidad.
La gente:Es muy difícil definir quiénes visitan la nueva movida de bares de la zona y en esto se expresa la marca registrada de nuestro barrio: la diversidad. Todos los dueños coinciden en que la idea es, que el que entre se sienta cómodo.
“En la semana, a la tarde temprano, llegan los oficinistas de la zona que salen del trabajo pero viven en otros lugares; luego, también extranjeros y gente del barrio y los viernes y fines de semana también entran los que vienen de otros bares del barrio”; nos cuenta Hernán Pedraza, socio de un conocido bar y encargado de otro muy famoso de la zona quien vivió toda su vida en San Telmo y, como muchos otros dueños, conoce de memoria la movida del lugar. Con relación a los encargados, dueños y barman de la zona, comenta: “Muchos somos amigos, nos intercambiamos cosas, frecuentamos nuestros bares y salen proyectos en común”. Esto habla de una interacción y buena onda que también integra a los restaurantes y a otros míticos bares del barrio que, lejos de pertenecer a la movida After office, terminan siendo parte e incluso inspiración para los “nuevos” como lo es Guebara Bar (Humberto I° 463) que, con más de 20 años en el barrio, no hay quien -con los que hayamos hablamos- no lo haya mencionado, tanto al lugar como a su dueño, Mariano Madueña Rubio-, como parte integrante y precursor de esta especie de gran familia.
La competencia no parece ser un impedimento para nadie y en algunas cosas coinciden casi todos los dueños y la gente que los visita: en lo positivo de que abran lugares nuevos; en el gusto por la buena música y en que son TODOS bienvenidos. Cada uno en lo suyo y cada bar para TODOS. Otra vez lo que caracteriza a nuestro barrio, reflejado en los bares: la diversidad y la mágica convivencia.
Agradecemos a: Sabrina Daneff de 1Barxviernes; Bar Será de Dios, José encargado de Krakow bar, Hernán de Rubik y Puerta Roja y a Mariano de Guebara Bar por recibirnos, por la buena onda y por aportar a nuestra identidad.
Cecilia Calderón-Foto: Darby