Argentina también es afro

Vivir en San Telmo con los ojos abiertos y los sentidos alerta, permite descubrir que no somos todos iguales, que hay diferencias entre unos y otros. San Telmo posibilita esa diversidad, la muestra a cada paso.

Esa diversidad no siempre se manifiesta positivamente, como aspiramos a vivirla quienes suscribimos esta nota. Ser diferente para nosotros es poder nutrirnos de muchas historias, costumbres, luchas y experiencias complementarias a las nuestras. Comprender la desigualdad para reconocernos en ella y poder ser más tolerantes, más empáticos y más colaborativos; es lo que anhelamos.

Sin embargo, la aceptación de lo distinto lleva implícito un trabajo persistente y permanente de los que comprenden que para vivir bien es necesario que se reconozca lo “diferente” solo como una característica y no como una carga con connotación negativa, que conlleva pérdida de derechos y falta de oportunidades. Este es el caso de los africanos, afro descendientes y afro argentinos/nas que residen en nuestro país. Este es el caso de la Asociación África y su diáspora y de su presidente, nuestro vecino Balthazart Ackhast.

El 8 de noviembre es el día de los/las afro argentinos/as y la cultura afro. La fecha es en homenaje a  María Remedios del Valle, a quien el General Manuel Belgrano le confiriera el grado de Capitana por su desempeño en la batalla de Hauqui. Este día está establecido por la Ley Nº 26.852, promulgada en 2013. El objetivo es que, a través del Ministerio de Cultura y Educación, se lleven adelante políticas de Estado que impulsen la visualización y apoyo a la cultura afro en sus distintas disciplinas.

Ese día se celebró, en Diagonal Sur y Perú, la conmemoración del Día Nacional. Incluyó stands gastronómicos y artesanales, mesas de debate, conferencias, talleres, proyecciones audiovisuales, espectáculos de música y danza. Participaron muchas de las organizaciones, que junto con África y su Diáspora, contribuyen a cuestionar las formas de discriminación surgidas con la creciente llegada de inmigrantes africanos y afrolatinoamericanos promoviendo su inclusión y respeto, interpelando a la sociedad en su conjunto a través de acciones culturales que buscan la trasmisión de las raíces históricas afro argentinas.

Este hecho, digno de distinguir, conlleva años de lucha e implica solo una puerta abierta hacia el objetivo final que es la inclusión -sin discriminación- de este colectivo.

Desde hace 15 años, la Asociación África y su Diáspora se conformaron como una Asociación Civil sin fines de lucro para la defensa de los derechos humanos, la lucha contra el racismo y la inclusión socio-laboral.

Es mucho el camino que se ha hecho, nos cuenta Balthazart, desde su llegada en los ´90. Es una historia de lucha compartida con otros (africanos o no) que comprenden la idea fundamental de poder vivir la diferencia, lo singular, sin que ello implique exclusión, marginación e inequidad.

La lucha contra la utilización de africanos para el narcotráfico o la trata de mujeres (en su mayoría afrolatinas), el acompañamiento para obtener la documentación reglamentaria así como la primera inserción laboral, son algunos de los ejes que esta Asociación trabaja.

Unos de sus principales logros fue la inclusión en el censo nacional 2010 del  relevamiento de información sobre “los afro” que  habitan nuestro país. Reconocer que podemos ser descendientes de africanos esclavizados (se denomina así ya que no “eligieron” ser esclavos) o quizás de afro argentinos, es una parte fundamental para comenzar a valorar esta cultura que persiste y renace en estos tiempos.

También junto con la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, han publicado “Perspectivas socioculturales y sociodemográficas de la población afrodescendiente y africana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” (2010). Se trata de un estudio sociológico, que resalta los aspectos centrales que dan cuenta de la situación que viven las/los afrodescendientes y africanas/os en nuestra ciudad.

En la actualidad el desafío es profundizar las acciones en conjunto con el Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y otros organismos públicos y civiles, en la elaboración y ejecución de políticas de Estado que promuevan la inclusión de este conjunto en todos los aspectos de la vida política, económica, social, científica, cultural y, en el progreso y desarrollo económico de la Argentina.

Así como en la naturaleza la biodiversidad potencia la belleza y la expansión de la vida, creemos que la diversidad cultural y social, con inclusión y aprendizaje mutuo, puede hacer de nuestro San Telmo un espacio donde la existencia será próspera para todos.

                                                                                                                        Florencia Pittaluga y Fabián Rabuffetti

 

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