Beba Bidart tiene su estatua
En las calles Belgrano, Independencia y Estados Unidos están las tanguerías más antiguas de Buenos Aires. Una estatua no hace nada, pero varias hacen un paseo.
Las Calles del Tango es un proyecto que originalmente pretendía poner las de: Juan D´Arienzo en la vereda de la tanguería La Ventana; Astor Piazzolla en la de Michelangelo; Mariano Mores donde nació (Chile y Balcarce) y Edmundo Rivero en El viejo Almacén. “Todavía no se me ocurre un personaje para Bar Sur” comenta Batista, dueño de Taconeando y autor de la idea. “Me rebotaron a Piazzola porque la pondrán en el pasaje que lleva su nombre, en el microcentro y La Ventana me dijo que no quiere que pongan nada”. La idea de armar un nuevo corredor responde a una visión global. “La calle Defensa está sobre-explotada y eso lleva a la caída. Esta es la zona donde más negocios han cerrado por cuadra. Ya desde el 2000 empecé a querer hacer algo acá, porque si no hay gente caminando me va a ir muy mal. La calle Chile era muy oscura, había dos o tres negocios y casas tomadas. Pensé en sacar el escenario a la calle, había shows los días domingos y se empezó a ver que Chile tenía veredas anchas que podían servir para la gastronomía y comenzó a funcionar. Las casas tomadas se hicieron hostels. Dentro de las ideas se destacan el proyecto de distrito histórico, el arreglo de plaza Dorrego, calles y luminarias y este pasaje del tango. Esto es importante porque es a largo plazo”; relata Batista. Y continúa “Después de varios años de gestión, se agregará una cuarta estatua de Tita Merello, en Defensa al 700. Ahora buscamos que hagan de preferencia peatonal Balcarce entre Chile e Independencia y poner un deck de madera para poner mesas y sillas y armar milongas. Sacar la casa afuera. Los comerciantes de acá están encantados, pero también está mi pensamiento inicial ¿Cómo hacer para que pasaje San Lorenzo se levante y generar un corredor?”.
¿Por qué la imagen de Beba Bidart?
El 7 de agosto de 1979 Beba abrió Taconeando, lo creó. Allí estaban las casas de tango más importantes y en ese local la gente podía bailar. No solo veía un show de tango. Cantó allí hasta la última noche de su vida. Falleció en 1994 y su hijo esparció las cenizas en esa cuadra. Un año después el Gobierno de la Ciudad nombró a ese pedacito “la vereda de Beba Bidart” y colocaron una placa conmemorativa.
Carolina López Scondras