Cambalache: diciembre/enero 2007-8
Una profecía: el 2008 será el año del gnomo.
Este columnista fue a ver la inauguración de una muestra en el Museo de la Ciudad—“Duendes, gnomos, y demás adornos de jardín”—y quedó fascinado con la alegría algo despiadada pero tranquila de estos seres de fantasía. También había elfos y hadas. Pero sobre todo interesó el gnomo. Empecé a pensar: ¿no está totalmente sintonizada esta muestra de museo, llena de criaturas de fantasía, con una onda gnomo en la cultura popular? Existe toda esa gama de seres humanoides que últimamente pueblan nuestro imaginario: desde Los Simpson hasta South Park y algunos personajes de Harry Potter. Están los Hobbits de Tolkien, esos pequeños seres de pies peludos que salvan el mundo en El Señor de los Anillos.
Hace poco vino la cantante Bjork a Buenos Aires. ¿No es Bjork una especie de gnomo, o más bien—elfo o hada?
Otro famoso medio gnomo que estuvo en Buenos Aires, en San Telmo— el actor norteamericano Willem Dafoe, que hizo el papel del desafortunado geneticista Norman Osborn (se convierte en el malvado Green Goblin, o Duende Verde), en Spiderman 2 y 3. Dafoe conversó con representantes de “Cambalache” en la milonga del domingo en la Plaza Dorrego. Dice que le fascina Buenos Aires y que va a volver. No se convirtió en duende en esta ocasión.
Más gnomos. En San Telmo, en la calle Defensa cerca de Garay, hay una tienda que se especializa en vender gnomos, elfos, duendes y demás muñecos y cosas relacionadas. También hay jardines, balcones y patios en los cuales los dueños han dado rienda suelta a sus fantasías y han poblado las superficies con estas criaturas. Si uno observa bien, los gnomos y sus compañeros están en todos lados: en los jardines, los murales, en las obras de arte colgando en las galerías … El gnomo representa fantasía. Representa el lado sobrenatural de las cosas, lo extraordinario. Es mágico. Como el Carnaval.
Si no es que lo cancelan. Se ha armado una movida para que este año no se cierre la Avenida San Juan durante los días en que se celebra el Carnaval porteño y sus desfiles de murgas. Algunos comerciantes opinan que el corte del tránsito afecta a sus negocios; y dicen que el Carnaval se puede organizar de otra manera este año. Vamos a ver si las fuerzas del Rey Momo pueden contra esta iniciativa.
Pasando a un tema más serio: ¿Qué monarca o político puede hacer algo para mejorar la seguridad?
El mes pasado varios locales de San Telmo fueron asaltados. (Mientras tanto, la Comisaría del Turista de la Policía Federal le confía a “Cambalache” que recibe poquísimas denuncias de San Telmo, lo que quizá quiere decir que el turista no es el blanco de los ladrones, prefieren asaltar lo más seguro: el negocio y la caja). Muchos atribuyen esta ola de robos al “paco”, droga que usualmente es cocaína de muy baja pureza y que genera una adicción potente. ¿Cuál es la solución a este problema? No sabemos, pero seguramente no es darle un aire sensacionalista al paco, ni mirar a los jóvenes con desconfianza.
Retornando al gnomo: Dicen que en Francia hay grupos que “liberan” a los gnomos de los jardines de las casas y los introducen en los bosques del país, para que los gnomos estén contentos en su estado natural. No creo que se pueda repetir la hazaña en San Telmo por falta de espacios naturales, y en la Reserva Ecológica los pobres gnomos de jardín seguramente serían atacados por los hambrientos caranchos que habitan allí.
Mejor sería asegurar que San Telmo sea siempre un barrio con algo de magia y misterio, para que los gnomos se sientan en casa y no se vayan.
—Marcelo Ballvé
Me encanta ese gnomo colgando 🙂