Casa de época, premiada

San Telmo (tan obvio es decirlo), está lleno de casas, calles, plazas, sitios en general impregnados de historia que hacen al acervo de la cultura barrial.BOLIVAR 553

Hoy nos ocuparemos de un edificio situado en Bolívar 553. Una casa señorial, con puerta de roble (cuentan los vecinos que -se cree- fue hecha por el mismo ebanista que realizó la puerta de la Legislatura porteña) y una escalera de mármol de Carrara, coronada por una maravillosa baranda, que invita a subir a las otras plantas.

Consta de cinco pisos y sesenta departamentos, distribuidos en dos cuerpos que, a su vez, están separados por un “patio-jardín”, que divide ambos sectores.

Su noble estructura y la pureza de sus líneas, fueron los factores que definieron que -en el año 1933- fuera declarada como “mejor fachada y ejemplo de casa creativa que reúne las mejores condiciones de distribución e higiene”. A tal fin, el jurado estuvo constituido bajo la presidencia del Director de Obras Públicas, Ing. José Estévez.

Pero es nuestra intención, también, recordar los acontecimientos vividos en ese lugar.

Residía allí Don Ildefonso Ramos Mejía, destacado unitario opositor al gobierno federal. Pero anteriormente la había habitado (luego del 25 de mayo de 1810) la familia del último Virrey, Baltasar Hidalgo de Cisneros, con su señora Doña Inés de Gaztambide. En ese entonces se trataba de una casa grande, de tipo colonial, con las ventanas de rejas voladas en forma de S y amplia entrada de doble puerta entre dos pilastras que sostenían un tímpano triangular con sus copones.

El 3 de febrero de 1852, día de la Batalla de Caseros, la propiedad estaba ocupada por el Encargado de Negocios de Gran Bretaña, Mr. Robert Gore. Ese día, ya anocheciendo, llegaron dos jinetes con sus caballos exhaustos. Uno de ellos era Juan Manuel de Rosas, quien minutos antes había escrito su renuncia en el “Hueco de los Sauces”, que no era otro que la actual Plaza Garay (Av. Juan de Garay y Luis Sáenz Peña).

Allí, el encargado de la Legación, Roberto Gore, expresó a Rosas su temor ante un posible asalto al conocerse su presencia. Este lo tranquilizó, recordándole su respeto hacia la monarquía inglesa.

A medianoche cuando la noticia era vox populi, Rosas, su hija Manuelita (que había llegado un tiempo antes), Gore y varios oficiales y marineros ingleses, partieron de la casa que estamos historiando y recorrieron el camino hacia el Bajo, donde los esperaba un bote para llevarlos hasta el buque inglés Centaur. De allí Rosas y sus acompañantes pasaron al buque Conflict de igual bandera y se dirigió al exilio.

Esta es, someramente, parte de la historia que se desarrolló en esa casa de San Telmo y que hemos querido compartir con nuestros lectores.

                                                                                                                                                                                           Lilita Vives

*Agradecemos a la Sra. Leonilda Grasso (Tota), antigua vecina del edificio, por los datos aportados.

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