¿Cuál es tu sueño?

grupo chicos.Por Giovanna Olmos / Fotos Sandy Honig

Mi juventud es un tiempo de muchas experiencias. A veces descubro algo nuevo. Aunque me gustaría decir algo concluyente sobre esta etapa de la vida, frecuentemente idealizada, encuentro que todas las descripciones que se me ocurren pueden ser refutadas. Digo que la juventud es desarrollo, transformación y autoconocimiento. Pero antes de que las palabras alcancen a salir de mi boca encuentro que esas mismas descripciones pueden aplicarse a cualquier otra edad. Además, ¿Quién dice que la juventud no puede ser increíblemente carente de lo mencionado?.

El miércoles después de mis clases en la universidad, tomé el subte hasta la estación Independencia y luego caminé por la calle Estados Unidos buscan-do a los jóvenes de San Telmo. ¿Dónde están?, me pregunté. Quería saber ¿cuáles eran sus sueños e intereses?. ¿Sueñan?…

Encontré a una chica que cuando la consulté, me señaló su colegio. Me dijo que podría encontrar chicos allá. Y su dato fue correcto. Hallé la misma variedad de realidades en mis entrevistas. Victoria (16 años) quiere ser piloto y viajar por el mundo; Lourdes (14 años) le gusta hacer con- juntos de ropa y no sabe cuál es su sueño y Melody (21 años) desea vivir día a día, tener una familia y terminar los estudios. Lo más atractivo de mis conversaciones no eran los intereses o sueños en sí mismos sino la relación entre el soñador y su sueño. A algunos entrevistados les era difícil contarme sus deseos. Hubo casos que no tenían un sueño a cumplir y otros tenían muchos. En el caso de Paula (21 años), cambió su anhelo. Antes quería ser diseñadora de moda pero hace dos años que estudia psicología. Ezequiel (21 años) tiene que posponer su deseo de estudiar odontología, ahora trabaja y todavía no sabe cuándo va a completar sus estudios y entrar en la universidad.

“Empecé a los ocho años a bailar. Mi mamá me anotó en Folclore. A mí no me gustaba porque sentía que no me movía lo suficiente. Una amiga iba a danza árabe y entonces le dije a mamá que quería ver “qué onda” y entonces empecé y no dejé más. También mientras fui a la secundaria, estudié árabe. Iba aprobando los exámenes y luego me recibí de profesora. Ahora también puedo enseñar”; dice Paula. Quien cree que tener un hobby es muy importante. Y agrega, “Cuando bailo me olvido todo y escucho solo la música”. A veces les resulta difícil soñar sobre el futuro porque “Hay que hacer varias cosas para vivir y cumplir tus sueños” dice Paula, quien tuvo que venir de Jujuy para poder tener una mejor formación educativa.

Me encantó oír la pasión en las voces de los jóvenes. Aunque muchos no tenían claro cuáles era sus sueños, siempre logré captar un destello de lo que los motiva e inspira. Emmanuel comenzó a hablar con una sensación apremiante y una ganas indiscutidas y me contó sobre cómo uno puede expresarse con la música cuando el idioma falta. En el caso de Francisco, me explicó cómo el graffiti llena la vida de color y que sin esta forma de arte la vida no sería nada. Y, en el caso de Jessica cuando “dibujo saco lo que tengo adentro. Es una forma de soñar”, dice.

Pensándolo bien me parece que la belleza de un sueño no radica en él sino en el encuentro con el sueño. ¿Le das la bienvenida a tu vida? ¿Lo compartes? ¿Lo cuidas? ¿Crees en él? El sueño en si no importa, puede ser jugar al jockey o estudiar medicina. Lo que sí tiene influencia es cómo te relacionas con tu sueño. Porque al fin y al cabo no es el sueño el que se realiza, sino tú. En realidad, creer en tu sueño es creer en ti mismo. El sueño no sería nada sin tu concepción sobre él y no se volvería algo, sin tus primeros pasos para concretarlo. ¿Qué te hace sentir vivo? ¿Bailamos?.

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