Día del niño en el Casco Histórico
El sábado 13 de Agosto, la Dirección del Casco Histórico celebró por adelantado el Día del Niño con un recorrido que abarcó simbólicamente cuatro décadas de la Avenida de Mayo, desde 1910 a 1940.
El paseo, comenzó en la Casa de la Cultura y estuvo guiado por una elegante mujer con sombrero de plumas, que personificaba a Alfonsina Storni, un trajeado señor representando al ex Presidente Marcelo Torcuato de Alvear y un mimo, que fueron llevando al grupo -integrado por niños y adultos- por todo el recorrido hasta su finalización en el pasaje Barolo. De a poco se fueron uniendo a la caravana otros personajes ilustres y cotidianos, como así también gente –incluyendo algún extranjero- que paseaba por la avenida. Los actores representaban a la inmigrante italiana de principios de 1900 que buscaba a su marido Manolo, a la mujer que vendía peines, a la española que festejaba el corso de las flores, también a Julieta Lanteri -la primera mujer que votó en Argentina-, a Baldomero Fernandez Moreno, Federico García Lorca con Margarita Xirgu, Mona Maris -la novia de Carlos Gardel- una periodista del diario Crítica; entre otros.
Alfonsina y Torcuato -ayudados por el resto de los personajes- hicieron sus comentarios sobre los palacios, los hoteles, los teatros y los cafés de la avenida, así como respecto al obelisco. Cuando se refirieron a 1910 recordaron el paso del Cometa Halley, la traza del actual subte A y en 1934 aludieron al vuelo del Zeppeling . También comentaron que los plátanos, que aún hoy persisten en la avenida, fueron plantados desde la apertura de la misma.
A medida que avanzábamos se mezclaban las historias, los personajes, la arquitectura y las costumbres de los porteños. Veíamos desde una Buenos Aires europeizada hasta la que fue adaptándose a las culturas que traían los inmigrantes, como el surgimiento del lunfardo y de algunas leyes de convivencia como no gritar ni escupir en la calle.
Cada personaje aportaba una pizca de diversión al recorrido y vestía según la época: trajes, sombreros, pañuelos, faldas largas, vestidos de volados, al estilo charleston o hasta la rodilla, guantes, etc. Lo mismo ocurrió con relación a la arquitectura, sus cambios mostraban los producidos en las épocas: reconocimos el Art Nouveau, el Art Decó y del modernismo, las rejas, los relojes, los sótanos, los primeros edificios con ascensor, el uso de mármol y de objetos decorativos, o las formas más rectas y limpias de la arquitectura de los años 30.
Alfonsina leyó uno de sus poemas, Baldomero Fernandez Moreno recitó las primeras líneas de su poema “Setenta balcones y ninguna flor” y también se comentó el estreno de “Bodas de Sangre” de García Lorca en el Teatro Avenida. De tanto en tanto la joven italiana intentaba vender sus peines a cualquier transeúnte que pasase y la señora italiana seguía buscando a Manolo. Y como todo buen final, lo encontró. ¿Quién era?… el mimo.
Acercándonos al Palacio Barolo la periodista del Diario Crítica nos invitó a un pequeño show con un terceto de guitarra, flauta y violín integrado por alumnos de la Dirección General de Enseñanza Artística. La última pieza que tocaron fue una milonga, que tanto niños como personajes aprovecharon para bailar.