El cine envuelve las noches del barrio

El cineclub Dynamo (Bolívar 646, CABA) tiene ya once años y tuve la oportunidad de conversar con su creador, para saber un poco más de él y de la actividad que desarrolla.

¿Quién es Carlos Müller?

C. Müller: Nací en Mar del Plata, estudié cine y filosofía. Trabajé en una productora con un socio y también en comunicación; combinando periodismo y política. El Club Dynamo nació hace once años en Mar del Plata, el 25 de Mayo de 2004. Me gustaba el cine analógico, compré un proyector de 16mm, conseguí films en ese formato y empecé a organizar funciones de cineclub.

¿Con qué criterios seleccionas las películas?

Cine de autor y de revisión en formato 16mm. Desde luego no solo paso lo que me gusta, tengo muy en cuenta al espectador.

¿Trabajas con un equipo?

La mayor parte del trabajo la hago solo, aunque también cuento con la ayuda de Nicolás Baum, un amigo y colaborador a quién conocí en el cine-club. Es bastante trabajo, ya que hay que realizar el mantenimiento de los proyectores, la reparación de las cintas -en su caso-, comprar películas y tener una pequeña cinemateca propia. Desde luego lo disfruto, si no, no lo haría.

¿Tienes ayuda de algún organismo o sponsor?

No, el cine-club no cuenta ni nunca contó con apoyo económico ni logístico de ninguna  institución, ni sponsor.

¿Por qué medio se difunde la programación? ¿Publicidad… el boca a boca?

Lo principal es la lista de mails. Cualquier interesado puede escribir a [email protected] y pedir que lo agreguemos. También la difusión se hace a través de redes sociales, flayers y boca en boca.

¿A través de los años notaste un cambio en el público?

Sí, el promedio de edad del público fue bajando. Ahora vienen muchos estudiantes de cine.

Hoy en día, con internet, uno puede acceder a ver lo que quiere. Se ha desarrollado una especie de autismo-cibernético. Antes ir al cine era un acto social. ¿Cómo valoras que haya tanta gente que aprecie tu programación?

Valoro mucho que el cine-club se haya convertido en un lugar de encuentro, de diálogo.

¿Mantienes relación con otros cine-clubs?

Sí. Tenemos intereses comunes, en particular los que programan películas de 16mm, como el cine-club La Rosa. Son intercambios interesantes, dada la dificultad de conseguir ese material. Quiero destacar la labor de la Filmoteca Buenos Aires, del Instituto Goethe y de la Embajada de Francia, que me presta películas.

Agradezco al Sr. Müller que se haya prestado a esta entrevista. Es un placer escucharlo hablar de cine y de su club barrial. Como espectadora en el diálogo que se establece después de la proyección, a veces me hace redescubrir película que acaba de pasar. Es como un chef que te hace «saborear el cine».

Texto y foto: Nelly Dutoit

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