El debate alrededor de un nuevo proyecto para el bajo autopista
Feria del Sur
Por Catherine Mariko Black
Este año, un proyecto de gran envergadura para el desarrollo del bajo autopista entre las calles Balcarce y Bolívar empezó a circular por la Legislatura porteña. “Feria del Sur” contempla la construcción de unos 16.000 m2 para uso comercial/social/gastronómico y unos 6.400 m2 de cocheras debajo de la autopista 25 de Mayo, con la propuesta de “reconstruir la unidad del barrio por medio de un recorrido peatonal con actividades culturales, comunitarias y comerciales”, según su presentación arquitectónica.
Mientras se trataba el proyecto en distintas comisiones de la Legislatura, representantes del grupo de empresas constructoras que hace cuatro años están formulando el proyecto empezaron a buscar la opinión de los vecinos mediante reuniones privadas con individuos e instituciones barriales.
Sobre el proyecto
CRIBA s.a., Servente s.a., Constructora Lanusse s.a. y Crivelli Construcciones s.a. conforman el grupo empresarial detrás de Feria del Sur, siendo el mismo grupo que desarrolló la “Recova de Posadas”, un conjunto comercial de alta gama que incluye una estación de servicio, varios restaurantes y un estacionamiento de autos debajo de la Avenida 9 de Julio en su terminación con la Avenida Libertador.
Feria del Sur fue presentado ante la Comisión de Evaluación y Desarrollo de Iniciativas Privadas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2008, siendo éste un régimen que permite que iniciativas privadas puedan ser propuestas y desarrolladas con el aval del Gobierno de la Ciudad (el Gobierno Nacional también tiene su equivalente). Una vez aprobada por la comisión y por el poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad, el proyecto se trata en la Legislatura porteña y en una audiencia pública. Si logra ser aprobado, el Ministerio de Desarrollo Urbano abre una la licitación de obras o un concurso de proyectos dentro del cual el autor original tendría una ventaja de 5% por encima de los otros postulantes.
En este caso, el grupo empresarial invertiría unos $15 millones de dólares para realizar el proyecto a cambio de poder explotar los locales comerciales del proyecto por 20 años. Pero como proyecto de interés público, en un espacio urbano que pertenece al Estado, la propuesta de Feria del Sur, según Eduardo Servente, uno de los titulares del grupo, es “curar las heridas producidas por la autopista 25 de Mayo y unir dos sectores del barrio que hoy están separados por un lugar inhóspito, feo y de difícil paso”.
En lo concreto, Feria del Sur contempla un paseo comercial cubierto a lo largo del trayecto de la autopista entre Bolívar y Balcarce (con estacionamiento para 266 cocheras entre Balcarce y Paseo Colón). El paseo central, con cielorrasos artísticamente intervenidos con la colaboración del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, será acompañado por locales comerciales. En los planos arquitectónicos figuran murales y soportes para graffitis en las medianeras externas, un hotel boutique sobre la calle Cochabamba y dos patios internos en cada punto: uno de esculturas y otro de artes gráficas, ambos con lugares de esparcimiento, vegetación y hasta una fuente.
Hasta aquí, parece un paseo comercial como otros que ya existen en la Ciudad (y la Recova misma), pero el proyecto también propone una serie de usos para la comunidad, incluyendo: un anfiteatro y sala de usos múltiples para actividades sociales “convenidas con el Ministerio de Cultura de la Ciudad y con asociaciones vecinales”, el acondicionamiento de las instalaciones del Club San Telmo y de la Asociación Civil Parque Telmo, un jardín materno-infantil y la construcción de una nueva delegación para los Bomberos Voluntarios en frente a su cuartel actual, el cual estaría desplazado por el proyecto tal como está planteado.
Comunicación y confianza
Servente, el representante del proyecto que ha sido más activo en su difusión local, comenta: “Nunca un proyecto de esta envergadura, que influye en la vida de los vecinos, puede tener éxito si no se logra un consenso anterior con ellos. La inversión proyectada es importante, por lo que en estos casos se busca tener la mínima seguridad que no se va a un fracaso; entonces se transforma de vital importancia la opinión de quienes lo van a vivir en el futuro”.
Según Servente, se presentó el proyecto a más de 30 representantes de intereses sociales, públicos y barriales a lo largo de un año. Dice que la decisión de convocar estas reuniones informativas era en parte porque “el Gobierno de la Ciudad había tenido hacía poco tiempo una mala experiencia en el barrio justamente por cometer el error de no consultar a los vecinos y tratar de imponer un proyecto sin escuchar al principal implicado”.
Pero agrega que también fue por experiencia previa: “En el proyecto de la Recova, se hizo una asociación de vecinos la cual tuvo terrible gerencia en el proyecto. Fue casi contemporánea una cosa y la otra. Cuando se abrió un lugar para la autopista en esa zona, los vecinos empezaron a quejarse y a juntarse para ver la solución. En forma contemporánea surgió nuestro proyecto y los dos se desarrollaron en conjunto”.
A través de sus conversaciones con gente local, dice que casi todos los entrevistados compartieron algunas temáticas en común: “Respecto al proyecto en forma genérica y general, todos eran muy conscientes de que la autopista había causado un daño urbanístico en San Telmo, efectivamente cortando el barrio en dos. Se había desarrollado más la zona cercana a la Plaza Dorrego y el sector hacia el Parque Lezama se había quedado estancado. Otro tema que mencionaron muchos era la iluminación y seguridad en la zona inmediata de la autopista como algo que nosotros podríamos mejorar”.
Respecto a las inquietudes: “Más allá de las necesidades particulares a cada grupo, aprendimos que al vecino le gusta su barrio de San Telmo y no quiere verlo transformado en otro tipo de barrio, no quiere que se Palermice. Arquitectónicamente no queremos tener contraste con el barrio, pero justamente ahí no hay edificios históricos porque fueron destruidos. Entendemos que si hacemos algo que es más al estilo de Barrio Norte vamos a perder nuestro público, entonces hacer algo que no corresponde es perder el éxito comercial. Al contrario, vamos a tener que cuidar que el proyecto tenga una arquitectura y un diseño lo más cerca de lo que es San Telmo y no una mala imitación.
“Justamente uno de las interrogantes que plantearon más que uno era ‘¿esto va ser un Shopping?’ pero mi respuesta es no, esto no va a ser un cubo cerrado sino un paseo abierto que tenga varias entradas laterales; va a ser un paseo peatonal donde hay distintos comercios pero también distintas áreas de esparcimiento y encuentro donde el vecino puede sentirse cómodo…lo que tratamos de buscar es que el vecino de alguna manera encuentre en este proyecto un lugar más de su barrio donde puede estar”.
Pero Servente aclara que el proyecto no apunta solamente al vecino. “Originalmente lo que propusimos era un paseo totalmente comercial para unir los dos San Telmos separados por la autopista. Pero lo que nos enseñó los intercambios con los vecinos es que, para tener éxito, vamos a tener que satisfacer a tres públicos diferentes: el vecino de San Telmo, el porteño de otros barrios y el turista. En el proyecto inicial todo eso no se tenía en cuenta. Nos dimos cuenta que esto no pude ser simplemente una cuestión de traer comercios y restaurantes de afuera sino que su éxito será en la medida en que el vecino lo sienta como lugar propio, y el vecino tiene necesidades muy particulares”.
En el predio polideportivo “Martina Céspedes”, ubicado bajo autopista entre las calles Bolívar y Defensa del barrio de San Telmo, se vienen desarrollando diversas actividades. En este espacio trabajan escuelas públicas primarias y secundarias de la zona, el “Club de Jóvenes”, el proyecto “Puentes Culturales”, y la Juegoteca de San Telmo.
La Juegoteca es un proyecto sostenido con el trabajo voluntario y mancomunado entre el Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 15 y la Asociación Civil Creactivar Redes Comunitarias. Es sede de formación de la Facultad de Psicología de la U.B.A. y espacio de rotación de residentes de distintas especialidades del Sistema de Salud Pública de CABA. Lleva en el barrio 20 años de existencia ininterrumpida realizando actividades lúdicas y brindando merienda en forma gratuita para un
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-186433-2012-01-28.html
promedio de 30 chicos y chicas de distintas edades y desde el año 2006 utiliza el polideportivo “Martina Céspedes” para dichos fines. A este trabajo sólo motivado por la convicción de garantizar los derechos de niños y niñas, se opone un proyecto de ley, que se encuentra en discusión en la legislatura porteña.
Hoy, una normativa busca pasar a manos privadas el polideportivo “Martina Céspedes”, amenazando la posibilidad de seguir utilizando el predio para las distintas actividades.
Entre gallos y medianoche y con astutos manejos de lobby, la ambición privada pasó por arriba de largos y forzados procesos de construcción colectiva. Solicitamos tu ayuda para seguir sosteniendo estos proyectos y evitar que sigan cerrando las puertas a la niñez.
Agradecemos la difusión!
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