El peligro de los celulares
Este aparato se ha convertido en una plaga. Muchas veces sumamente necesario y muchas otras, simplemente un vicio.
Pero ahora que está instalado entre nosotros, por lo menos tenemos que saber que su uso, sobre todo en los niños, puede tener efectos negativos. No es una simple idea, es un estudio hecho en Gran Bretaña por el National Radiological Protection Board (NRPB – Consejo Nacional de Protección Radiológica), quien a través de estudios realizados científicamente llegaron a la conclusión que “el cráneo de los niños no es suficientemente grueso, su sistema nervioso no está totalmente desarrollado y la radiación penetra con más fuerza en sus cerebros”, por lo que han aconsejado “los niños menores de 8 años nunca deberían usar celulares y los que están entre los 9 y 14 años deben restringir su uso…”.
Esto que es casi imposible socialmente los padres tendríamos que tenerlo en cuenta, ya que los daños que pueden producirse no son visibles, pero resulta que los estudios médicos realizados indican que al usar un teléfono celular nuestra cabeza absorbe entre el 79 y 80% de la radiación que emite la antena (datos suministrados por la Universidad de Washington a través del Profesor de Bioingeniería Henry Lai).
Del mismo modo, en Suecia, el Instituto Karolinska hizo un trabajo de campo -entre 750 personas- que dio como resultado que el uso de celulares, por más de 10 años, aumenta cuatro veces el riesgo de tumores en los oídos.
Entonces, si decimos que queremos tanto a nuestros hijos, por qué no tomamos la decisión adulta de restringirles el uso de estos aparatos a una emergencia y desviamos su atención a actividades más productivas o interesantes para su desarrollo evolutivo.
Isabel Bláser