El sable del Padre de la Patria, volvió a ocupar su lugar

El domingo 24 de Mayo, el sable corvo de nuestro libertador José de San Martín fue restituido -por disposición del Gobierno Nacional- al Museo Histórico Nacional con sede en el Parque Lezama; en el marco de los festejos por la semana conmemorativa previa a la Revolución de Mayo.

La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió allí a la cureña -escoltada por el Regimiento de Granaderos a Caballo, durante todo el trayecto- acompañada por alumnos de escuelas primarias y secundarias de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por miles de argentinos que estuvieron presentes durante la ceremonia. Asimismo participó la fanfarria del Regimiento de Granaderos a Caballo, interpretando la Marcha de San Lorenzo.

La mandataria depositó, en una vitrina especialmente acondicionada, el arma que acompañó al General San Martín en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud y con la cual dio testimonio de la firmeza con la que sostuvo los derechos de nuestra patria grande a través de esa gesta histórica.

El sable quedará en exhibición permanente, para que pueda ser apreciado por el público, en una sala especialmente diseñada con modernas medidas de seguridad y conservación, estará rodeado por las armas de Manuel Belgrano, Manuel Dorrego, Juan Manuel de Rosas y Guillermo Brown; entre otras y será custodiado por el Regimiento de Granaderos a Caballo. 

¿Por qué en el Museo Histórico Nacional?

San Martín, en su testamento fechado en París el 23 de enero de 1844, dispuso: “El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud le será entregado al general de la República Argentina D. Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.

En 1862, Rosas legó la espada a su amigo y consuegro Juan Nepomuceno Terrero. En 1896, el primer Director del Museo Histórico Nacional, Adolfo Carranza, comenzó las gestiones con la familia Terrero para que el sable fuera donado al pueblo argentino; lo que logró en 1897.

Por decreto del 3 de marzo de 1897 -firmado por el Presidente José E. Uriburu- se dispuso que el sable se depositara en el Museo Histórico Nacional. Al día siguiente, la caja que contenía el sable corvo, desembarcó en Buenos Aires habiendo partido del puerto de Southampton, Inglaterra. Durante 66 años permaneció expuesto en el Museo donde -por donación de su nieta Mercedes Balcarce- se encuentra el mobiliario que formaba el dormitorio original en el que falleció el Libertador.

El 12 de agosto de 1963 integrantes de la Juventud Peronista -Osvaldo Agosto, Manuel Félix Gallardo, Alcides Bonaldi y Luis Sansoulet-, sustrajeron el sable del Museo. Poco después, Aníbal Demarco (a quien Agosto le había entregado el arma, para que la ocultara) se reunió con el Capitán Adolfo César Philippeaux (militar peronista ligado al general Juan José Valle) y acordaron su devolución para disminuir la tensión y el acoso policial. Fue entregado al Regimiento Húsares de Pueyrredón y el 17 de agosto de 1964, en virtud de un mandato judicial, se devolvió al Museo.

El 19 de agosto de 1965 cuatro miembros de la Juventud Peronista nuevamente sustrajeron el sable, que permaneció -escondido en un colchón- en una guardería de muebles hasta que, el 4 de junio de 1966, fue devuelto al Ejército.

Por decreto, el 11 de noviembre de 1967, el Presidente de facto Juan Carlos Ongania dispuso transferir la guarda y custodia del sable al Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. El decreto argumentaba la medida “en que corresponde confiar el sable del Libertador al Regimiento de Granaderos, por ser la unidad que creara y que más íntimamente está ligada en el sentir popular a su vida gloriosa”.

Hoy, 118 años después de llegado al país, el sable de San Martín regresa al Museo Histórico Nacional -con sede en el Parque Lezama- para que, junto a los de otros destacados patriotas de la historia, nos inspire y luchemos por la unión de los argentinos.

                                                                         Texto y Foto: Cecilia Calderón

 

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