El Sol de San Telmo #31
Este número del Sol de San Telmo nace a partir de enterarnos de un nuevo proyecto de ley, impulsado por el Ministerio de Desarrollo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para convertir una parte de los barrios de San Telmo y Barracas, y todo el barrio de La Boca, en »Distrito de las Artes».
Por un lado, no es sorprendente que estos barrios de la zona Sur de la ciudad sean elegidos para un proyecto de desarrollo económico y cultural, ya que han sido una cuna de bohemia y creatividad desde hace décadas.
Por otro lado, nos llama la atención que solamente una parte de San Telmo figure en la zona denominada en el proyecto. Pero lo llamativo no es el razonamiento del Ministerio, (que el resto de la zona ya está valorizada y no necesita un impulso adicional de desarrollo económico), lo llamativo es, más bien, la idea de que la cultura y las artes puedan ser impulsadas y desarrolladas mediante una política que parte principalmente de un accionar económico. Las medidas que ha utilizado el GCBA en otros distritos temáticos se pueden resumir en la creación de una zona libre de impuestos, junto a otros beneficios económicos para emprendimientos dentro del rubro de ese distrito.
Si bien nos parece que existe una cuestión económica fundamental en poder sostener un proyecto cultural, también creemos que existen otras dimensiones que generan un distrito cultural de forma natural, y que por lo menos en el caso de San Telmo y Montserrat, son responsables por su evolución en esta dirección. Reconocemos la problemática de gastos altos vs. ingresos limitados que se escucha desde las galerías, librerías, teatros y otros emprendimientos culturales del barrio (que en la última década ha experimentado un salto repentino en los precios de sus alquileres y de inmuebles). Pero también reconocemos que muchos artistas plásticos, músicos, actores, escritores y »bohemios» eligieron vivir en esta zona porque su tranquilidad barrial y dinámica social descontracturada son imanes para las personas que forman el primer eslabón de la cadena de producción creativa.
Nos preguntamos si San Telmo y Montserrat, con su rica trayectoria de personajes culturales (en este número destacamos a Tita Merello y Juan Carlos Gené); su amplia rotación de espacios alternativos y emergentes (desde el Espacio Giesso en los 60 y los 70, los boliches, teatros y cafés-concerts de los 80 y los 90, y hasta los más nuevos que mencionamos en la página 11); sus talleres, museos y escuelas independientes (como el Museo Argentino del Títere, el Teatro del Mimo, el Circo del Aire); y todos los otros proyectos y personas atípicos que caracterizan al barrio…nos preguntamos si todo esto hubiera evolucionado de la misma manera si esta zona no hubiera existido siempre en los márgenes de la cultura y la sociedad »oficial» que hoy se ve tan interesada en desarrollarlo. ¿Si tuviéramos un barrio lleno de galerías pero sin artistas, sería un avance hacia ser un »distrito de las artes» o un paso para atrás?
Nuestra intención no es rechazar los proyectos oficiales para la zona; de hecho opinamos que es positivo que el Estado preste más atención a las transformaciones y necesidades locales. Pero nos parece un buen momento para reflexionar sobre las diferentes lógicas del desarrollo de la zona Sur, y para preguntarnos si la cultura y las artes son rubros que se pueden impulsar de la misma manera que la tecnología o el diseño. Al fondo, es una pregunta muy elemental que trasciende nuestra situación y este proyecto de ley en particular: ¿depende la cultura del poder económico, o de otras cosas?
Nuestra posibilidad de abarcar toda la gama de propuestas culturales que existen en esta zona en un solo número es muy limitada. Sin embargo, en estas páginas intentamos mostrar, a través de distintos cortes de la movida cultural, algo de la riqueza creativa que se vivencia. No solo desde el consumidor tradicional de las artes, sino desde el punto de vista del vecino común.
El fenomeno es muy conocido. Primero existe un barrio popular que reune caracteristicas para que lo eligan los artistas, ustedes lo describen bien me gusta cuando dicen: «vivir en esta zona porque su tranquilidad barrial y dinámica social descontracturada son imanes para las personas que forman el primer eslabón de la cadena de producción creativa»:
Alquileres acesibles, cafecito en le esquina, vida en la vereda, mercados, talleres y industrias antiguas, a escala humana, arquitectura amplia, linda o industrial permitiendo instalación de talleres, estudios y lugares de difusión. Luego, el vibrante barrio, habiendo beneficiado de estos habitantes que lo aman, atrae la especulación inmobiliaria y los negocios mas lujosos etc. Y los artistas migran a otro barrio. En Soho en Nueva York…En Montreal dónde he vivido 20 años, veo el barrio del Mile End actualmente viviendo esta situación. La reacción de varios artistas que no quieren migrar y que se cansaron de pintar en el dormitorio, es tratar de tener subsidios de la gestion municipal, para la creacion de cooperativas de viviendas/talleres o galerias y teatros en edificios industriales u otro… Que San Telmo sea un distrito de las artes no lo va a inventar nadie ya esta identidad como hecho humano pertenece de una cierta manera a lo que nombran patrimonio intangible. Desde las gestiones es muy dificil proteger o estimular un patrimonio intangible sin alterarlo porque por esencia es intangible. La institucionalisación altera su esencia que es de espontaneidad. Pasa con los sitios declarados patromonio x la Unesco. Que proteccion obtienen? Si lo gobiernos nos los protegen se convierten en deseable objeto de consumo. El año que en la Arg. el carnaval paso a ser feriado nacional, el pueblo jujeño de Tilcara, ya bastante lastimado por la propaganda que le dió su declaración de la Unesco, no pudó más. Es otro tema… Pienso, depende como las cosas se hacen? Yo propongo: Que se muestre primero que se sabe protejer la arquitectura,el empedrado,las caracteristicas des las calles… Que no se instale Macdonalds en la calle Defensa, ni tampoco Farmacities… Sueño soñar que a alguien se le ocurra pensar cuidar estos…detalles? Pero bueno si vienen decisiones politicas, puede haber lugar para proyectos de la comunidad? Suerte y inspiración a todos!