¿Fin o comienzo?

Nuevamente se encuentran los dos vecinos, el optimista y el pesimista, en la misma esquina que lo relatamos en el número anterior de El Sol, pero esta vez el 31 de diciembre.

O: ¡Eh! ¿Cómo estás? ¡¡¡Que tengas buen inicio de año!!!

P: Primero hay que terminar este, ¿no te parece?

O: ¡Sí claro! ¿Qué tenés planeado para los meses de verano?

P: No mucho, imagino quejarme un poco del calor y de la lluvia. Al menos la lluvia se lleva de las veredas los que los dueños de los perros no juntan…

O: ¡Es verdad! ¡Menos mal! Sin embargo, últimamente veo cada vez más vecinos que van con su pichicho y levantan la caca en la bolsita. ¡Es cuestión de tiempo, que todos hagan eso! No cuesta nada. En fin… te quería contar que llevé los reciclables al Punto Verde de San Juan y Chacabuco…

P: ¡Ah sí, yo lo vi! Pero todavía no creo que funcione, por eso no llevé nada…

O: La chica que recibió los reciclables es re macanuda. Se llama Lorena y me contó cómo funciona.

P: Ah ¿Sí?

O: Sí, sí. El tema es así… cada uno de nosotros lleva lo que desecha, ellos lo acumulan y hacen una primera separación. Luego pasan los de la cooperativa, quienes dividen más minuciosamente todos los productos y vuelta a empezar. Lo que ellos no procesan, lo pasan a otra cooperativa.

P: ¿Pero la gente lleva los reciclables? Porque yo veo las calles más sucias que nunca y llenas de botellas y papeles…

O: También me contó que, para su sorpresa, este es uno de los puntos que mejor funciona el sistema. Mucha gente se está acostumbrando, primero a separar y luego a llevar al Punto Verde que, además, tiene un horario muy amplio: de miércoles a domingo de 11 a 19 hs.

P: Igual vos lo haces porque está justo a la vuelta de tu casa. Imagino que los que tienen que hacer cinco cuadras, no lo hacen.

O: Es verdad, pero podés hacer esto una vez al mes porque si enjuagas los materiales antes de guardarlos, no generan olor ni juntan bichos. Si no también los podés tirar en el tacho común. El hecho de separar (y si los ponés en bolsas transparentes, más aún) hace que los cartoneros no rompan las bolsas y, simplemente, agarren la que les sirve.

P: Y los bares y restaurantes, que generan tanta basura, ¿la llevan al Punto Verde?

O: Lorena me contó que ellos pueden arreglar con alguna cooperativa para que regularmente pasen a buscar los reciclables, hasta hay una ley para eso…

P: Cuánto hay por hacer no? ¿Cuánto por aprender?

O: ¡Sí! Pero creo que estamos mejor que antes… Si no mirá algunos frentes de las casas.

P: ¿Que tienen, veredas rotas?

O: ¡Jaja! Sí estamos con algunos problemitas últimamente en ese aspecto, pero no, me refiero a eso de pintar los frentes y arreglarlos. Produjo cierto efecto positivo. Ya no hay tantos grafitis.

P: No me había percatado de eso…

O: Sí, además eso trae como consecuencia otra cosa de la que vos siempre te quejas.

P: ¿Qué?… son muchas de las que me quejo.

O: Del avance de los edificios nuevos.

P: ¿Cómo?

O: Claro, una forma de proteger las fachadas antiguas y el casco histórico es mantenerlo y embellecerlo. Si los frentes y las veredas están lindos y seguros, no hay excusas para demoler, derrumbar y construir esos departamentos que son iguales unos a los otros y que harían perder la magia a San Telmo.

P: ¡Sí! Al final vamos a perder nuestra identidad, si dejamos que sigan avanzando.

O: ¡Por eso, pintar y arreglar los frentes tiene muchas ventajas!

P: ¡Vos sí que ves el lado positivo a todas las cosas!

O: Sí creo que siempre es mejor ver el vaso lleno. En lugar de pensar que el año se termina, pensar en el comienzo de lo nuevo.

P: Bueno, entonces ¡Brindemos por el 2015!

O: Venga un abrazo vecino y ¡feliz año nuevo!

Florencia Pittaluga / Fabián Rabuffetti

 

 

 

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