Foro abierto: rejas en el Parque Lezama
(Clickeá aquí para leer el argumento en contra a las rejas)
Tenemos que pelear por una auténtica puesta en valor
Es curioso que, teniendo en cuenta su grado de deterioro, el tema central de discusión acerca del Parque Lezama haya pasado a ser si debe o no tener rejas en su perímetro. En todo caso, debería pensarse si el parque debe o no estar cerrado, en el marco de un debate que pase por la puesta en valor de este lugar que es Monumento Histórico Nacional, además de parque público de la ciudad.
Desde hace años está en total estado de abandono y se ha perdido más de la mitad de su flora original. La gestión de Fernando de la Rúa terminó de dilapidar la obra que Carlos Thays hizo a principios del siglo pasado y sepultó las partes más valiosas del diseño original de Gregorio Lezama. Se ha dañado o robado buena parte de sus esculturas y obras de arte a pesar de los servicios adicionales que se le paga a la Policía Federal. Y la gestión Ibarra/Telerman autorizó la instalación de una feria de abalorios al amparo de la implementación del Decreto 92/04, que es aplicable en otros espacios públicos pero no en un monumento nacional y en un Área de Protección Histórica de la ciudad como es el parque.
El actual gobierno está realizando obras en distintos parques y plazas de la ciudad, pero igual que en las gestiones de Ibarra y Telerman, está condenando al parque al ostracismo. Es decir: se repite la historia.
Veamos la prueba. En una notificación de la Dirección General de Espacios Verdes (firmada por su titular) del pasado 16 de enero, dice en su último párrafo: “Por último, se informa, que el Parque Lezama en la actualidad, se halla en buenas condiciones de limpieza y conservación”. En otra comunicación del mes de marzo, la Vicejefatura de Gobierno de la ciudad ratifica la anterior.
No obstante, sí se sabe que el ministerio del cual depende Espacios Verdes ha elaborado un proyecto de puesta en valor. Pero el dato real y concreto al día de hoy es que no tiene ninguna voluntad política de llevarlo adelante. Ni siquiera está presupuestado. No ha salido administrativamente del ámbito ministerial. Mientras tanto, el mismo ministerio, a través de la Dirección General de Ferias sigue entregando permisos de uso precario y gratuito a una Permisionaria para que siga haciendo un formidable negocio a costa de alquilarles los puestos a unos desprotegidos vendedores. Es decir: entre la puesta en valor del parque y la facturación de la Permisionaria, está primando lo segundo.
Respecto de las rejas, sería bueno recordar que Gregorio Lezama era un coleccionista botánico y organizó la vieja “Quinta del Inglés” con rejas y entradas monumentales de mampostería. Las condiciones en las que su viuda cedió el parque a la ciudad –el 19 de abril de 1894-, era que se mantuviera en su conjunto con prohibición de desmantelarlo y mucho menos parcelarlo. Pero en un arranque populista del gobierno de Justo, en plena “Década Infame”, decidió tirar abajo toda la antigua reja.
Muchos vecinos se manifiestan abiertamente por la defensa del patrimonio. Entonces me pregunto: “¿Cómo se conjuga la defensa acérrima del empedrado, las luminarias, la traza antigua de las calles y otros menesteres, con la decisión clara de que el parque no tenga rejas?”.
“¿Qué tenga rejas quiere decir que estará cerrado?”. Porque si el problema es que esté cerrado, entonces el debate no son las rejas; en todo caso serán las puertas. El Bar Británico tiene puertas y ventanas y sin embargo está abierto las veinticuatro horas. Entonces en este punto, quizá, se debería debatir cómo se defiende el patrimonio y cómo se consensúa una administración adecuada del uso del parque. Pero si defendemos el patrimonio, entonces tenemos que pelear por una auténtica puesta en valor.
No obstante, me alegro de que la información sobre una supuesta y probable puesta en valor del Parque Lezama genere algún debate. Porque si no fuera así, entonces el destino del Parque Lezama podría ser el mismo que la plaza Salvador María del Carril. Era esa en la que ahora se puede ver el Mercado Nuevo Retiro. Si esto llegara a ocurrir –para lo cual falta poco– entonces no habrá que discutir sobre ninguna reja.
—César Sarmiento, periodista y vecino de San Telmo
Hola Cesar :
Realmente me gusto mucho tu nota sobre las rejas del parque Lezama.
que buena esta la foto, nunca habia visto a la reja en fotos aunque sabia que el parque estuvo enrejado.
un virtual saludo de Mabel
El cuidado del parque no pasa por si tiene rejas o no, pasa por cuidarlo responsablemente, las plantas no se curan solas,el riego que existe, hay que usarlo en tiempo y forma, la erosión que se produce en las barrancas y desniveles no se paran con rejas. Hay que convenir que la inversion que representa cerrar el parque con rejas es muy importante, esa misma inversión aplicada con criterio e idoneidad da para realizar el mantenimiento del parque, para cubrir necesidades primarias de urgencia, como ejemplo, comedores para indingentes, contención para los sin techos,. promoviendo albergues, conteniendo a los chicos de la calle, etc,etc… créo que hay mucho para hacer sin descuidar el parque Lezama, todo pasa por ser coherente ante una realidad de todos los días.