Habla elodio

El Odio es el nombre algo engañoso de un artista-muralista chileno que últimamente ha tenido mucho relieve en las paredes de San Telmo. En cuestión de horas, de un día para otro, aparecen las obras de este artista en los lugares más inesperados, las esquinas más escondidas. Muchas veces sus pintadas— como la de mayor envergadura hasta ahora, en la esquina de Perú y Humberto I— representan pequeños humanoides que el denomina «monos». Estos tienen la tez amarilla, cabezas agigantadas y cuerpos truncos.

Hay algo que causa desasosiego en la expresión de estos «monos». Y algo no está del todo bien en los paisajes que habitan ésos personajes. Pero al mismo tiempo causa una extraña alegría verlos aparecer sobre paredes antes grises o cubiertas con aburridos afiches políticos.

elodio


Es claro: los monos del odio no vienen con intenciones malignas. Son mensajeros de otro mundo alertándonos para que no caigamos en el sueño, y que mantengamos la vigilia para resguardarnos de la amenaza. ¿Cuál amenaza? No podemos estar del todo seguros. Desde nuestra posición, sólo sabemos que estamos contento que elodio deambula por nuestras calles, usando este barrio como su caballete predilecto. Y por eso decimos que es engañoso que este artista se llame elodio (firma sus obras «elodio»,— así, todo junto y en minúscula). Porque si todos nos atenemos a lo que nos dice su arte, hasta que podría haber un poco menos odio en el mundo.

El Sol de San Telmo convocó a elodio para una conversación sobre el muralismo como propuesta social, y acerca de San Telmo como espacio artístico. Él tuvo la bondad de visitarnos para charlar un rato. No ofrecemos fotos del odio con esta entrevista porque él mantiene en secreto su identidad, dado que muchas de sus obras se pintan sin permiso. Preferimos darle espacio a sus palabras y su arte.

Entrevistadores: ¿Cómo clasificás tu trabajo dentro de las distintas modalidades como graffiti, muralismo, etc.?

Lo que nosotros hacemos cae dentro de lo que se llama «street art» (arte de la calle). Esto tiene sus orígenes en las vanguardias de los años sesenta y setenta cuando se ve un movimiento por parte de artistas hacia espacios no tradicionales como las calles y plazas. La gente que estudiaba arte se aburría con eso de pintar la frutita en la mesa, la olita rompiendo en la roca. Claro que otro antecedente es el muralismo mexicano. En Chile hubo una movida muralista en los años setenta, en la época de la presidencia de Salvador Allende. Y graffiti ilustrativo siempre hubo. Ahora en las mismas escuelas de arte hay mucha gente que hace arte tradicional y street art al mismo tiempo: salen a las calles y hacen plantillas, stickers, graffiti, murales …

Entrevistadores: ¿Se podría decir que en San Telmo estamos viendo el pico de una movida muralista en la que se destaca tu trabajo, el de Grolou, y otros más?

Yo tengo amigos de distintas partes del América Latina y Europa que ahora se encuentran trabajando en Buenos Aires. En Europa y en Chile están ya saturadas las calles con pintadas, graffiti y murales. Acá hay más espacio para trabajar. La idea es ir generando lazos, aprovechar que hay mucha gente haciendo esto aquí y dejar huella. La idea es salir un poco de San Telmo y abarcar todo lo que es la zona sur. La cosa es que los trabajos en la calle duran un tiempo, y nunca sabés lo que va a pasar con ellos.

Entrevistadores: ¿Los murales pueden cambiar una esquina o un barrio?

Una vez que te interesás en un barrio ya no pasa sólo por ponerle color a una pared. Pintar un mural es darle vida a la calle. No sé qué tanto, pero cambia la onda de una calle. Estamos hartos de ver siempre los mismos afiches políticos cubriendo las paredes. La mayoría de las veces, cuando pinto un mural, se genera buena onda entre locales, vecinos y la gente que pasa. Cuando pinté en la esquina de Perú y Humberto I los del local de ropa Elástica me hicieron el aguante y los vecinos también me trataron bien. Con el mural se transformó la esquina. Incluso creo que el mural ayuda a atraer gente a ese punto, antes un poco aislado.

Entrevistadores: ¿Cuál ha sido la reacción de los vecinos a lo que hacés?

Las reacciones han sido el 90 por ciento positivas, y el 10 por ciento negativas. Hasta a la policía le gusta.

Entrevistadores: ¿Coincidís con los que dicen que San Telmo está cambiando muy rápido?

Geográficamente San Telmo no va a dar para transformarlo en Palermo, con igual cantidad de gente y locales. Las tiendas van a venir, eso es inevitable. Y en parte la gente acá también vive de eso: del comercio y el turismo. Pero lo único inquietante es que la gente del barrio no se organiza para poner unos límites, más allá de lo que puede llegar a hacer el gobierno de la ciudad.

Entrevistadores: Cuando la gente dice que San Telmo no es Palermo, ¿qué pensás que quieren decir?

Que no cambie la actitud de la gente. La gente aquí es de barrio. Hay mucho inmigrante. No necesitamos que la gente sea más careta. Es una cosa de actitud. Estéticamente, a lo largo, va a cambiar el barrio. Pero la actitud no tiene por qué cambiar. No es que San Telmo tiene que quedarse como era en 1920, puede cambiar. Pero que la actitud no cambie, que puedas seguir charlando con el tipo que te vende las facturas.
—Marcelo Ballvé

(Nota: la página del artista es http://www.elodio.tk)

También te podría gustar...

1 respuesta

  1. rodrigo ruiz labarrera dice:

    wena hermano yo soy de lota y te encuentro seco pa las murallas tus dibujos son muy conocidos por tener los ojos aliniados con la nariz pero eso no es lo importante , por q tus dibujos tienes sentido dejando conciencia en la pobla por q son en los barrios donde hay q trabajar firme para q los niños den el golpe final por q esta lucha la terminaran nuestros futuros compañeros por q donde coligues nazcan coligues creceran si cae uno diez son los q se levantaran
    marrichiweu ………… NEWEN PEÑI

    PD: ME GUSTARIA Q HICIERAS UN DIBUJO CON LA CAUSA MAPUCHE Y OGALA EN LOTA… ORGULLO OBRERO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *