Imagen: bar del Mercado
Pasó un hombre, pasa otro, pasará aquel. Un bar al paso. Magia en el mercado. Evoca una pausa, una minuta, una polémica, un cortado. Estos hombres transitan sus pasillos cotidianos. Lo ven y no lo ven. Pero los asientos esperan ser vistos, persisten, invitan. Alguien, al correr de la mañana, sin darse cuenta, acaso, se detendrá y pedirá un café. —Sara Larralde (foto y texto)