Ingrid Pelicori, una actriz “todo terreno”

Ingrid PelicoriLa multifacética actriz compone a una alcohólica en «Farsantes», al tiempo que actúa en dos obras, «Greek» y «Antílopes», en el Centro Cultural de la Cooperación. Además, participa en un programa radial dedicado a la poesía.

Cuesta creer que la actriz que compone a la ex mujer de Julio Chávez en “Farsantes” nunca se emborrachó en toda su vida. “Casi todas las cosas que actué nunca las hice (risas). Es un juego. La actuación tiene que ver con la intuición y la imaginación. El cuerpo y la sensibilidad, todo responde a lo que cada persona se imagina y se nutre de todo lo que leyó, lo que observó, las películas que vio, la gente que conoció y lo que uno puede imaginar. Como es algo riesgoso artísticamente, me alegra mucho que guste”, explica la actriz quien -además- se recibió de psicóloga.

El Sol: ¿Si tuvieras que elegir un medio de expresión, cuál elegirías?

I.P: El teatro, desde ya. Mi territorio es, francamente, el teatro. Primero, porque es allí donde más me desarrollé y es el lugar que más me gusta. Se puede ensayar, probar, descartar y, como no tiene aspiraciones de gran masividad, se pueden tomar textos más complejos o más poéticos o más experimentales. Y, finalmente, está el trabajo grupal que implica el teatro, lo que se construye.

 

El Sol: Estuviste mucho tiempo sin hacer televisión…

I.P: Sí, hice participaciones especiales en unitarios como “Vulnerables” o “El Rafa”, pero no tira diaria. Y pensé que no iba a hacer más, porque siempre hago mucho teatro y es bastante complicado hacer las dos cosas. No quiero sacrificar el teatro. Pero en este caso me interesó, valía la pena el proyecto y podía hacerme el espacio para eso. Me gustó mucho el elenco y lo que tenía que hacer.

 

El Sol: Y en teatro, ¿porqué elegiste “Greek” y “Antílopes”?

I.P: Las dos obras tienen bastante contenido social y, si bien están ubicadas en otros países, me interesa cómo nos hablan de la desigualdad que hay en el mundo y el dolor que eso nos trae. Son obras super interesantes. (Ver recuadro)

 

El Sol: ¿Qué significan para vos los premios?

I.P: Siempre es lindo recibir premios, por supuesto. Pero hay un premio en particular, el Trinidad Guevara, que recibí por la obra “Decadencia” hace ya muchos años y que implica un dinero de por vida. Es lo que me ha permitido elegir mucho el trabajo. Brinda estabilidad y eso permite no hacer lo que no querés hacer. Es un estímulo muy grande.

 

El Sol: Siempre has sido muy coherente en tu trabajo…

I.P.: En gran medida me lo ha permitido ese premio… Tuve la suerte de estar muchos años en el elenco estable del San Martín y, después, cuando se terminó hice un poco más de TV. Lo que más cuido es hacer las cosas que a mí me hagan bien, que tengan sentido. Si no, este trabajo se puede vaciar de contenido y eso es complicado.

 

El Sol: ¿Cómo te llevás con la exposición que da la TV especialmente?

I.P: Y… no es la parte linda precisamente. De todos modos supongo que hay gente a la que se le complica vivir pero no es mi caso, para nada. Yo ando por la calle, hago las compras en el supermercado, viajo en subte. No siento un acoso, es una devolución agradable.

 

El Sol: ¿Cómo es tu relación con San Telmo?

I.P.: Es un lugar inolvidable para mí ya que está asociado a mi pareja de juventud, con la que estuve diez años. El vivía en Defensa y Estados Unidos, frente a la pizzería “Mi tío” y yo me quedaba mucho en su casa. Me encanta San Telmo. Como trabajo mucho en la calle Corrientes, priorizo vivir cerca. A veces tengo baches, entre un ensayo o una función y entonces vengo a mi casa, me tomo unos mates y es como que reciclo la energía. Además, vivo en Monserrat que tiene mucho que ver con San Telmo, son dos barrios antiguos. Mi casa es de los años 20, que bien podría estar en el Casco Histórico. A mí me gusta el Sur.

Diana Rodríguez

 

Sobre las tablas

“Antílopes”, que va los viernes a las 22.30 y los sábados a las 20, fue escrita por un autor sueco contemporáneo, Hennin Mankell. El escritor es conocido -principalmente- por sus novelas policiales sobre el inspector Wallander, traducidas a 37 idiomas y adaptadas al cine y la televisión, protagonizada en Inglaterra por Kenneth Branagh. Este espectáculo es el primero del dramaturgo, que se estrena en nuestro país.

Mankell, que está casado con la hija de Igmar Bergman, vive la mitad del año en Mozambique, donde dirige una compañía de teatro. “El autor tiene un compromiso muy grande con toda la causa africana”, comenta Ingrid.

“Cuando los directores Hugo Urquijo y Graciela Duffau me llamaron para hacer esta obra, me interesó mucho. Los protagonistas son los negros, pero no se ven”, agrega la actriz. La pieza teatral también habla de los negocios y la corrupción que se esconden detrás de las organizaciones de ayuda humanitaria a los países pobres, que sigue siendo una forma sutil de dominación.

“Greek” va  los domingos a las 20.15 (también en el Centro Cultural de la Cooperación). “Esta obra,  que venimos haciendo desde el año pasado y ha recibido unos cuantos premios, es de Steven Berkoff, autor inglés, de quien yo ya había hecho “Decadencia”, con Horacio Peña”, señala la actriz. “Es un autor que me encanta. Se trata de una versión de Edipo Rey, muy provocadora, muy libre, con un final muy diferente y se desarrolla en Inglaterra en la época del Thacherismo, que dejó esa peste social de exclusión y marginación. La dirección es de Analía Fedra García y seguimos hasta el último domingo de noviembre”.

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