Instituciones provinciales que funcionaron en la Manzana de las Luces
Durante los más de 200 años transcurridos desde la Revolución de Mayo, las relaciones entre la ciudad de Buenos Aires, la provincia homónima y la nación han distado de ser sencillas. Ello, naturalmente, ha repercutido siempre en las instituciones de gobierno y gestión vinculadas a cada uno de esos niveles de organización.
Entre 1820 y 1880 varias e importantes instituciones provinciales funcionaron en la Manzana de las Luces, lo que explica también el hecho de que a Rosas le resultara más cómodo gobernar desde su casa de la calle Moreno 550, CABA -frente mismo a la Manzana- y que, luego de Caseros, casi todas sus propiedades en el lugar (media manzana) fueran destinadas a instituciones gubernamentales.
Con la nacionalización de la ciudad y el traslado del gobierno provincial a la ciudad de La Plata, algunas de las instituciones y sus acervos pasaron al ámbito nacional, otras a la provincia y los espacios que ocupaban, en muchos casos, fueron destinados a otros fines.
La Legislatura
La Junta de Representantes de Buenos Aires, creada en 1820, contaba con 48 miembros que duraban un año en su función; requería para su funcionamiento: espacios de oficina, archivo y una sala de sesiones, siendo ya obsoletas las instalaciones del viejo cabildo de la ciudad. Para ello el gobierno instruye al arquitecto francés Próspero Catelin, quien demuele parte de las llamadas “casas redituantes” existentes en el sector sudoeste de la Manzana de las Luces y construye la nueva sala que se inaugura el 1º de mayo de 1822, a la cual se accedía por la puerta que se encuentra en la calle Perú 272.
Allí tendrán lugar las casi siempre turbulentas sesiones de la mencionada Junta de Representantes hasta que, el 8 de abril de 1854, es disuelta y reemplazada por la Asamblea General del Estado de Buenos Aires, separada la provincia del resto del país. En esa sala sesionó también la Legislatura de la Ciudad, luego de la federalización e, interinamente, lo hizo también el Congreso de la Nación, antes de pasar a su sede de Hipólito Irigoyen y Balcarce. Allí juraron su cargo, además de los gobernadores provinciales, algunos presidentes, como Bernardino Rivadavia, Vicente López y Planes (presidente provisional entre el 7 de julio y el 18 de agosto de 1827) y, posteriormente, Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento y Nicolás Avellaneda. Esta sala fue luego aula magna de la Facultad de Arquitectura y, al demolerse todas las construcciones universitarias de la Manzana en la década del setenta, se procedió a reconstruirla en base al grabado publicado en el Diario de Sesiones del Congreso General Constituyente de 1826, ya que los planos y dibujos originales se han perdido.
El Archivo
En 1821, durante la gobernación de Martín Rodríguez y por iniciativa de Bernardino Rivadavia se crea el Archivo de la Provincia de Buenos Aires, en el que se pretende reunir a todos los archivos públicos existentes. Al producirse la nacionalización de la ciudad -en 1884- cambia su denominación a Archivo General de la Nación, permaneciendo en la Manzana hasta 1905 cuando se traslada a su sede de la calle Leandro N. Alem. En 1925 se funda el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, que centraliza, ordena, conserva y gestiona las colecciones documentales de la provincia, muchas de las cuales son muy anteriores a la fundación de la misma.
El Tribunal de Cuentas
Como otras instituciones, tiene su origen en la época hispánica; fue reestructurado durante el virreinato. Luego de la Revolución de Mayo el Tribunal de Cuentas pasa a depender de la Primera Junta como órgano al servicio de las Provincias Unidas, desempeñando sus tareas en el interior del Fuerte que funcionaba como Casa de Gobierno.
En 1819 es reorganizado, pero como su estructura continúa siendo muy deficiente (no es ajeno a las vicisitudes de la época) en 1822 es reemplazado -durante el Gobierno de Martín Rodríguez- por la Contaduría General y una comisión especial de la Legislatura que cumplían funciones complementarias y estaban localizados en la Manzana.
En 1825 se le asignan a la Cámara de Representantes (la Legislatura) las funciones del Tribunal, contando con la colaboración de una Oficina de Contabilidad creada al efecto. El contralor de los dineros públicos se diluye en los años siguientes y recién después de Caseros vuelve a insistirse en que todos los gastos deben ser supervisados por la Oficina de Contabilidad.
Las atribuciones de esta Oficina van extendiéndose y reglamentándose en sucesivas reformas, que incluyen la recuperación de las atribuciones del viejo Tribunal de Cuentas. En 1889 se crea el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, aún vigente. A nivel nacional, en 1992 se crean la Auditoria General (vinculada al Congreso) y la Sindicatura General de la Nación (vinculada al Poder Ejecutivo).
La Escribanía General de Gobierno
Este organismo, sucesor de la Escribanía Mayor de Gobierno del Virreinato, perdura durante el período independiente, naturalmente sin el apelativo “del Virreinato” y, como escribanía del gobierno provincial, funciona en el Cabildo hasta mediados del siglo XIX, en que es trasladada a la Manzana de las Luces donde permanece por corto tiempo.
En 1863 Bartolomé Mitre crea la Escribanía General de Gobierno de la Nación, separando las tareas notariales de Nación y Provincia. La institución provincial, que conserva sus fondos desde 1795, cambia su nombre de Escribanía Mayor a Escribanía General en 1942.
El Banco de la Provincia de Buenos Aires
Esta institución, sociedad anónima creada en 1822 con el nombre de Banco de Buenos Ayres o Banco de Descuentos, es la primera institución bancaria de Hispanoamérica. Fue la encargada de imprimir el primer billete argentino y fue también el banco administrador del empréstito con la banca Baring Brothers.
Permaneció en la Manzana de las Luces hasta 1826, cuando se reorganiza como Banco de las Provincias Unidas del Río de la Plata (aunque popularmente se lo conocía como Banco Nacional) y se traslada a la esquina noreste de San Martín y Bartolomé Mitre. En 1836, se lo reforma nuevamente y queda bajo la jurisdicción de la Casa de Moneda de la Provincia. En 1863 toma el nombre de Banco de la Provincia de Buenos Aires y en 1882 traslada su casa matriz a la capital provincial, sin abandonar sus sedes porteñas.
La Comisión Topográfica
En 1821 se crea el Departamento de Ingenieros Arquitectos y luego, en 1824, la Comisión Topográfica presidida por Vicente López y Planes, con sede en la Manzana de las Luces, ocupando una de las casas redituantes sobre la calle Perú.
En 1826 cambia su denominación a Departamento Topográfico y Estadístico, ampliándose su misión a la determinación de los límites de la provincia y sus partidos, al trazado de calles y pueblos, la delimitación de campos y terrenos y la recopilación de estadísticas.
En 1827 se crea el Archivo del Departamento. Muchos de los hombres de ciencia del momento (ingenieros, cartógrafos, físicos, matemáticos) pasan por esta institución, en la que se formará -aún muy joven- Juan María Gutiérrez, a quien se lo puede considerar el re-fundador de la Universidad de Buenos Aires al hacerse cargo del Rectorado de la misma en 1861.
Carlos Enrique Pellegrini, padre del que fuera Presidente de la Nación y Pierre Benoit trabajaron también en esta institución. El hijo de Pierre, Pedro -nacido en 1836-, fue ingeniero, agrimensor, arquitecto y urbanista e ingresó muy joven al Depto. Topográfico (tenía 14 años). Llegó a dirigir la Comisión y participó muy activamente en el diseño y construcción de la ciudad de La Plata. De esta institución derivan la actual Dirección de Geodesia provincial y el Instituto Geográfico Nacional (su denominación anterior era Instituto Geográfico Militar).
Las otras instituciones provinciales
En la actualidad resulta difícil tomar conciencia de que la Biblioteca Pública de Buenos Aires (fundada en 1810 y hoy Biblioteca Nacional), el Museo Público (fundado en 1823 y actualmente Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia) y la Universidad de Buenos Aires (fundada en 1821), nacieron como instituciones provinciales.
Como consecuencia de este proceso y al igual que lo ocurrido con las mencionadas en los párrafos anteriores, se hizo necesario que la provincia creara sus propios organismos equivalentes. Nacen así: el Museo de la Plata y su biblioteca (fundados en 1884 y en 1905 transferidos a la órbita de la Universidad Nacional), la Universidad Provincial (1897-1905) y luego la Universidad Nacional (fundada en 1905); tiempo después, en 1959, se crea la Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires.
José Sellés-Martínez
Instituto de Investigaciones Históricas de La Manzana de Las Luces