La cultura afro-argentina habita el barrio
En la esquina de Moreno y Perú, un niño de aproximadamente cuatro años está de pie con un tambor, tan grande como su cuerpo, atado a su pecho y zapatos cubiertos de lentejuelas color plata, que reflejan la luz del sol. Nadie le presta mucha atención, aunque algunos turistas toman fotos de él y sus padres lo vigilan para asegurarse que se quede lejos del tránsito de la calle, que no está bloqueada.
A las 17hs. es el horario previsto para que el Carnaval de los afrodescendientes comience, pero faltando quince minutos, todavía no hay espectadores ansiosos ni con los ojos bien abiertos para ver el espectáculo. A pesar de que los autobuses de las diferentes escuelas de Candombe de Buenos Aires comienzan a llegar, las calles siguen estando relativamente tranquilas en lo que se refiere al público.
Ya pasó la hora de comenzar la función y los miembros de las diferentes escuelas se están preparando para el desfile. Los hombres con los tambores y las mujeres vestidas con trajes brillantes y tacones, están saliendo de los autobuses y se alinean en las calles. Algunos se turnan para pintarse las caras, mientras otros se reúnen alrededor de una fogata pequeña y controlada. Ellos son los afro-argentinos y afro-uruguayos de la región, que han venido para el festejo de dos días que se lleva a cabo en la Manzana de las Luces, celebrando así su riqueza histórica y la influencia de la cultura africana en la región.
Mientras marchan por las calles, algunos con vestidos blancos tradicionales de la ciudad de Bahía -Brasil-, bailan el candombe -estilo de música y danza uruguaya con raíces africanas-, en lugar de la tradicional murga de Argentina -cuyo estilo tiene influencias italiana y española- (Fuente: Conferencia sobre Carnaval Argentina, de Coco Romero, 26/2/2014). Las calles, antes vacías, están empezando a llenarse de observadores interesados. “Me gusta este Carnaval porque me encanta el candombe” dice Elizia Benicio, una espectadora originaria de Bahía. Y agrega Kathy Meng, que comparte el espectáculo: “Es importante ver que la herencia africana es todavía visible en Argentina hoy en día”.
Según estadísticas recientes, el 10% de la población de Buenos Aires es de ascendencia africana, produciéndose una caída del 20% desde el siglo XIX, cuando los afro-argentinos eran el 30% de la población total. (Fuente:»African Ancestry of the Population Of Buenos Aires”, estudio de American Journal of Physical Anthropology Volume 128, Issue 1).
Pero aunque la comunidad de origen africano hoy es pequeña, están orgullosos y espiritualmente fuertes. Para la celebración del Carnaval se reúnen en San Telmo, el barrio que históricamente ha tenido el porcentaje más alto de afro-argentinos y que -de una manera u otra- muestra su presencia cultural en la comunidad.
Margaret Saunders