LA DE LAS LUCES, UNA MANZANA CON VOCACIÓN EDUCATIVA
La Manzana de las Luces albergó casi continuamente, desde el siglo XVII a la actualidad, numerosas instituciones vinculadas a la educación, en las que se formaron gran parte de las élites políticas y académicas del país.
El Colegio Grande de San Ignacio. Una historia que comienza en la Plaza de Mayo
La Compañía de Jesús se instala en Buenos Aires a principios del siglo XVII por gestión del Gobernador Hernandarias, quien responde así al deseo del vecindario de contar con un colegio del prestigio con que contaban los de los jesuitas. Se les asigna parte del solar frente al Fuerte y, en 1617, comienza a funcionar allí el Colegio Grande, que en 1686 pasa a la Manzana de las Luces al trasladar la Compañía sus instalaciones a este predio. A la importante acción educativa del Colegio se suma el dictado de las Cátedras de Filosofía (1733) y Teología (1740) y, en 1757, se establece la Academia Jesuítica de Buenos Aires y las Escuelas de Arquitectura, Música y Arte Dramático.
El período virreinal y el Colegio de San Carlos
Luego del extrañamiento de la Compañía el colegio es “estatizado” y, en el marco administrativo de la Gobernación de Buenos Aires, se crea el Real Colegio de San Carlos (1771). En febrero de 1773 se establece la Academia Real de San Carlos. Diez años después, ya bajo el régimen virreinal, se crea el Real Convictorio Carolino, en el que se formaron muchos de los próceres de Mayo, entre los que pueden destacarse: M. Moreno, C. Saavedra, M. Belgrano, D. French, A. Beruti, V. López y M. E. Soler. En este período funcionan en la Manzana el Tribunal del Protomedicato (1780), la Escuela de Medicina (1801) y la Imprenta de Niños Expósitos (1787) que imprimió numerosos libros y obras educativas.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata (1810-1831). Colegios de la Unión del Sur y de Ciencias Morales
Al producirse la segunda invasión inglesa el Colegio había dejado de funcionar de modo orgánico, la enseñanza era esporádica y limitada y el edificio era utilizado principalmente como cuartel por el Regimiento de Patricios, que permanece allí hasta 1813, en que, por decisión de la Asamblea, se restablece el colegio, fusionado con el Seminario Conciliar. En 1818, un decreto de J.M. de Pueyrredón lo refunda con el nombre de Colegio de la Unión del Sur y se cambia radicalmente el programa de estudios. En el año 1823, asociado a las reformas en la educación que acompañan al gobierno provincial de M. Rodríguez, la institución toma el nombre de Colegio de Ciencias Morales. En ese momento incorpora escuela para niños y -poco después- pasa a depender de la recientemente fundada Universidad de Buenos Aires. Entre los nombres de sus alumnos, que luego se destacarían, puede mencionarse a: J. J. de Urquiza, E. Echeverría, V. F. López, J. M. Gutiérrez, M. Cané (padre), J. Mármol, M. Avellaneda y J. B. Alberdi. En este período funcionaron también en la Manzana: la Biblioteca Pública (1810), la Academia de Jurisprudencia (1815), la Academia de Dibujo (1820), la Universidad de la Provincia de Buenos Aires (fundada en 1821) y la Inspección de Escuelas (1823).
Confederación Argentina (1831-1861). Reapertura del Colegio de San Ignacio y Colegio Republicano Federal
Entre 1830 y 1836 el colegio es clausurado por falta de presupuesto pero, al producirse el regreso de la Compañía de Jesús, vuelve a abrirse como Colegio de San Ignacio. Las desavenencias entre los jesuitas y Rosas terminan con una nueva expulsión y el cierre del establecimiento en 1841, que al año siguiente vuelve a funcionar con el nombre de Colegio Republicano Federal. En este período se reducen sustancialmente las actividades de la Universidad, cuyo presupuesto es también cancelado.
Estado de Buenos Aires y Confederación Argentina (1852-1859). El Colegio Eclesiástico.
Luego de Caseros se producen numerosas reformas administrativas y la institución educativa no es ajena a ellas. En 1854 pasa a denominarse Colegio Eclesiástico. En este período se instala en la Manzana el Museo Público y permanecerá en el lugar como Museo Provincial hasta 1884 en que pasa al ámbito nacional y es trasladado, en 1937, a su ubicación actual en Parque Centenario.
La Organización Nacional (1860-1880). El Colegio Nacional
En 1863 el colegio es transformado profundamente. Se remodela el edificio y se crea el Colegio Nacional. Con la llegada al rectorado de J. M. Gutiérrez (antiguo alumno del Colegio de la Unión del Sur) comienza una nueva etapa para la Universidad de Buenos Aires, con una reorganización profunda de sus planes de estudios, la incorporación de profesores especialmente contratados en el exterior y la adquisición de equipos de laboratorio y colecciones didácticas. En este período se funda la Biblioteca del Museo (1866) y funcionan en la Manzana, el Depósito y Departamento General de Escuelas y el Consejo Nacional de Educación.
Tiempos modernos
Luego de la nacionalización de la ciudad en 1880 la Universidad, el Colegio y el Museo pasan a depender de la Nación. Entre 1908 y 1938, sin interrupción del funcionamiento del establecimiento, se construye el edificio actual del Colegio, cuya dependencia de la UBA (que contaba con un lejano antecedente de la época rivadaviana) comienza en 1911. La Universidad se expande, ocupando los espacios dejados por otras instituciones y abarca, finalmente, toda la mitad occidental de la Manzana.
Luego de la Noche de los Bastones Largos se instala una política centrada en erradicar la actividad docente del predio y recuperar los espacios con otros fines. Para ello se crea, en 1971 la Comisión Nacional de la Manzana de las Luces, en la que participaban Nación, Ciudad y Universidad y que funciona hasta el 2013, año en que es disuelta por Decreto Presidencial y se crea el Complejo Histórico y Cultural de la Manzana de las Luces, con dependencia exclusiva de la Dirección Nacional de Museos, dependiente esta, a su vez, del Ministerio de Cultura de la Nación.
Es importante destacar, finalmente, que dada la presencia de la Universidad en el lugar, gran parte de las instituciones científicas y culturales argentinas son creadas en la Manzana y funcionan allí hasta que se consolidan y se trasladan a sedes propias. Entre estas instituciones pueden mencionarse: Sociedad Literaria (1822), Asociación de Amigos de la Historia Natural del Plata (1854), Instituto Histórico y Geográfico del Río de la Plata (1854), Sociedad Paleontológica de Buenos Aires (1866), Sociedad Científica Argentina SCA (1872), Junta de Historia y Numismática Americana (1893), Academia Nacional de la Historia (1904), Sociedad Argentina de Ciencias Naturales (1911), Sociedad Ornitológica del Plata – Aves Argentinas (1916), Sociedad de Estudios Geográficos (1922) y la Asociación Geológica Argentina (1945).
José Sellés-Martínez
Presidente, IIHML