La importancia de los límites, sobre todo cuando se desdibujan

Hoy los vecinos de San Telmo estamos disfrutando de este hermoso cambio que recibió la vía pública (tanto en el área peatonal como en el sector de circulación vehicular). La incorporación del verde con las plantas, las novedosas “Balas” que se colocaron para ensanchar el paso de circulación peatonal y reducir el tránsito vehicular. También la toma de decisión de que no transiten transportes públicos, como los colectivos, sobre la calle Perú. Y así puedo continuar un largo listado de aspectos estéticos y funcionales para que podamos disfrutar de nuestro tan amado barrio San Telmo que, en mi caso y el de muchos, nos vio nacer.

Pero hace un tiempo que nos encontramos con el “lado B” de estos cambios. Acá es donde nos preguntamos: ¿Se desdibujaron ciertos límites?

El diseño y la disposición de la nueva proyección circulatoria para reducir el paso vehicular, pareciera que dio lugar a que la zona peatonal se transforme en estacionamiento vehicular. Por supuesto que en casos de emergencia la estructura y el solado está preparado para recibir, en casos esporádicos, estas situaciones. Pero nos preguntamos una vez más: ¿Subirse a la vereda con el vehículo con la intención de dejarlo estacionado, no repercute en tantos otros temas?


La Ciudad de Buenos Aires, en su normativa vigente, establece que si la vereda se rompe la responsabilidad de repararla es del propietario frentista o consorcio (ley 5902/2017 de Construcción, Mantenimiento y Reconstrucción de Aceras). Entonces ¿No es injusto que la circulación de autos sobre la vereda -que es peatonal- haga que esta se rompa a causa del mal uso y la negligencia de esos conductores? Como vecinos estamos preocupados por la desidia que se manifiesta permanentemente con este nuevo procedimiento vehicular.


Volviendo al tema de los límites, que parecen verse desdibujados, nos preguntamos de qué manera puede resolverse esta anomalía ya que queremos mantener lo bello que quedó el barrio con las nuevas transformaciones porque las veredas comienzan a mostrar signos de deterioro, entre otras cosas, por recibir un peso superior al que el material soporta.

Por otra parte -y lo que agrava aún más la situación-, muchas veces nos cuesta ingresar a nuestras casas debido a que los vehículos se encuentran casi pegados a la línea municipal. La única forma que estamos encontrando de resolver esta contravención, es denunciando a través de “Gestión Colaborativa” a los autos estacionados sobre la vereda, pero -aun así- no notamos mejoría al respecto.


Porque amamos el barrio decidimos redactar este texto, para -de una forma sensata- revertir esta anomalía que está ocurriendo cada vez con más frecuencia.

No perdemos la esperanza de que los límites se respeten y que San Telmo continúe embelleciéndose.

                                                                                   Texto y fotos: Daniela González



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