“La salita” de salud del barrio
El Cesac Nº 15 es una joya desconocida
Tener que ir a buscar atención médica al Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 15 no es un martirio. El Cesac es “la salita” del barrio, que depende del Hospital Argerich, del Gobierno de la Ciudad y -para algunos insumos y programas- también de la administración nacional. La idea que se tiene sobre los hospitales y la atención pública de la salud es que lo que brindan es de una calidad deficiente, que falta de todo, que los profesionales son malhumorados o desaprensivos, que hay que hacer filas interminables para conseguir un turno. En la salita de Humberto Primo 470 nada de eso ocurre. Y si ocurre es la excepción y no la regla.
Una charla con la doctora María Elena Folini, a cargo del centro hace más de 15 años, deja la sensación de que algo estamos desperdiciando en nuestro país. Y que si la salud pública estuviera correctamente gestionada, sus recursos convenientemente administrados y sus profesionales lógicamente remunerados y dirigidos, podríamos atendernos en los hospitales y centros que todos pagamos, sintiéndonos a gusto, cuidados y escuchados.
Folini cuenta que este centro de atención primaria de la salud está pensado para trabajar en el barrio. Que el área de cobertura es alrededor de 100 manzanas: Paseo Colón, Bernardo de Irigoyen, Av. Belgrano y Brasil. Pero que también atienden a unas 500 personas de “España 1800”, que es la calle del barrio Rodrigo Bueno, en la Costanera, una de las villas que se asentaron en la ciudad en los últimos años. Y cuenta también que la mitad de la población que concurre es del Conurbano o de países limítrofes. El resto tienen como característica general (no exclusiva) vivir en casas comunitarias, hoteles o inquilinatos.
En el Cesac se entregan 2.400 kilos de leche por mes a niños, embarazadas y mujeres que están amamantando. Folini dice que el momento de la entrega de leche es importantísimo porque es cuando aprovechan para preguntar sobre la salud, la familia, las condiciones en que viven los beneficiarios. Y así tratar de incluirlos/as en el sistema o de saber algo más de la gente que concurre. También cuando las personas van por algún tipo de dolencia o por obligación si necesitan algún certificado médico. Entonces los profesionales (que actúan de forma interdisciplinaria) también aprovechan para hacer que esa persona entre al sistema público de salud y empiece a atenderse junto con su familia o núcleo primario.
Pero el Cesac trata de generar confianza no sólo en el sistema de salud, sino en la propia capacidad de sus pacientes para cuidarse a ellos mismos. “Tratamos de modificar el modelo del médico hegemónico, que está incorporadísimo no sólo en los profesionales, sino en la sociedad. Porque la gente también tiene saberes diferentes a los del médico que son importantes y tratamos de trabajar esa idea con los residentes”, dice Folini.
En ese marco, el Cesac ofrece talleres o programas educativos para la comunidad. El de salud sexual es el jueves a las 9 de la mañana, e incluye áreas vinculadas a la adolescencia, ginecología y HIV. El de crecimiento y desarrollo, destinado a familias con bebés, tiene el objeto de modificar pautas de crianza explicando por ejemplo, que el niño no tiene que estar gordo para ser sano o trabajando sobre el vínculo en una familia que no siempre está contenida.
También está el taller de lenguaje y salud bucal (“tenemos un hermoso consultorio odontológico pero nos faltan los insumos”, dice Folini), la juegoteca dos veces por semana con psicólogos y el taller de promoción de la lectura. Hay uno sobre adolescencia (entre los 10 y los 20 años), otro de psicoprofilaxis (embarazo, parto y puerperio) y el de lactancia materna que se dicta diariamente y en el que tratan de inculcar que el bebé no tiene que estar todo el día pipón de mamaderas, que la leche materna es fresca y liviana y que el chiquito no siempre llora por hambre sino que llora para informar. Para que el panorama esté completo también se puede consultar a una abogada que trabaja sobre casos de violencia familiar.
El único día que no hay médico clínico es el viernes a la tarde. Abren a las 7 de la mañana. La gente saca su turno y a partir de ese momento organiza la mañana para no tener que hacer colas interminables. Los remedios generalmente no faltan (salvo los que tiene que entregar el Gobierno de la Ciudad) y si no lo pueden atender en el día, seguro le dan cita para el siguiente.
El Cesac trata de trabajar con una especialidad que se denomina medicina familiar que son médicos generalistas de acción comunitaria, preparados para la prevención y la promoción de la salud en adultos, niños y embarazadas. Todavía no se logró ningún nombramiento en esa categoría para el centro, porque parece que el trámite está parado en el Ministerio de Economía, aunque ya pasaron al área de Salud de la administración porteña.
Aunque faltan profesionales, la doctora Folini dice que está contenta con el trabajo realizado; que a veces le preocupa que los más vulnerables estén más escondidos detrás de un barrio que últimamente se emperifolló mucho y que suele pensar en el futuro del centro cuando nota que se impulsa al Casco Histórico como un polo turístico. Es un lujo tener tanto este centro como a esta mujer en el barrio.
—Patricia Barral
Centro de Salud y Acción Comunitaria Nº 15,
Humberto Primo 470, Tel. 4361-4938, 4361-9006
Horario: 7 a 18 de lunes a viernes.
Buenos días, quería saber si ustedes cuentan con la vacuna gamaglobulina. Muchas gracias
Buen dia necesito sacar un turno para pediatria no se como aser
Cinthya se está comunicando con El Sol de San Telmo. Le paso el Tel. 2821-3615 del Cesac 15. Saludos.