San Telmo, una bisagra en nuestra vida
Hace solo 2 años que vivimos en San Telmo, sin embargo para nosotros estar en este barrio significa haber encontrado nuestro lugar en el mundo.
Esa sensación la tuvimos enseguida de instalarnos en él y se fue reforzando con el tiempo. Lo primero que nos enamoró fue poder mudarnos a una casa antigua de principios de siglo XX, con vecinos tranquilos y de muchos años en el barrio. Estar en nuestra terraza, ahora con huertita orgánica, nos hace pensar a veces que el cielo de San Telmo es solo nuestro hasta que -desde lejos- se empieza a escuchar la murga que ensaya sus sonidos algunas cuadras más allá y así comprendemos que -afortunadamente- no estamos solos.
También nos conquistó por la panza, ya que aprovechamos de vez en cuando la variedad de cafés y bodegones a los que “arrastramos” a amigos y familiares quedando muy bien como anfitriones.
Recorrer la feria un domingo, llevar a nuestro sobrino a la calesita del Parque Lezama o caminar hasta el centro por Perú con amigos de otras tierras, son algunas de las actividades que nos hacen sentir al barrio como parte de nosotros y de nuestro hogar.
También participar en el Sol de San Telmo nos permitió integrarnos con la gente que ama el barrio desde hace mucho y eso nos dio una pertenencia aún mayor, que esperamos reforzar y aumentar en cada encuentro.
San Telmo es un poco nuestro y esperamos que nuestras acciones formen parte de él. Queremos verlo más verde, más solidario, más orgulloso de su historia y más respetuoso de sus espacios. Lo queremos así como está, pero sumarle nuestras inquietudes para poder crecer con él, para poder pasar nuestra vida en sus callecitas y cuidarlo como se cuida a los abuelos y como ellos cuidan a sus nietos.
San Telmo es el lugar que elegimos para formar nuestra familia, soñamos con nuestro hijo/a en la plaza o en el Parque Lezama andando en bicicleta, que pueda formarse en sus escuelas, participar de algún deporte en el club cercano y, quizás, porqué no en la murga. Soñamos con trasmitirle a él nuestro amor al barrio.
Con San Temo Recuerda, nos dimos cuenta que no tendremos nunca fotos en blanco y negro, pero sí podremos aportar nuestras fotos del presente pensando en un futuro común compartido.
Como se dice en Alma de Barrio, en San Telmo “es fácil sentirse cómodo, viviendo un año, toda la vida o de paseo”. Así lo sentimos y por eso, muchas gracias.
Florencia Pittaluga y Fabián Rabuffetti