Las semillas maravillosas

MANZANA Elvira Amor x Fabian ¿Quién no leyó o escuchó alguna vez, el cuento de las habichuelas mágicas de Hans Christian Andersen? Ese relato infantil nos demuestra la magia que se esconde en las semillas y la naturaleza, que están al alcance de nuestra mano. Sin embargo, muchas veces por su simpleza se nos olvida que hay vida en su interior y que nosotros tenemos la posibilidad de encenderla.

Esa magia está presente dentro de la heladera en ese tomate que nos comeremos en ensalada. También dentro de la olla del guiso del 25 de Mayo con sus granos de maíz, garbanzos, arvejas y otras legumbres. O en el cajón de las verduras dentro del zapallo y el zapallito que nos invitan a disfrutar de sus sabores en más de una receta. También en las semillas que descartamos cuando comemos una mandarina. O en esas exóticas semillas que elegimos para suplementar nuestra tostada de pan integral, de sésamo, chía, lino y amapolas entre varias otras.

Hacerlas germinar es tan fácil que resulta asombroso. Basta con poner cualquiera de esas semillas sobre un paño húmedo o directamente en tierra, manteniendo su humedad a la sombra por varios días, lentamente veremos como cobra vida….la primavera es el momento ideal para hacerlo.

Lo primero que observamos es una pequeña colita, su primera raíz que se entierra. Luego, haciendo una fuerza extraordinaria, se romperá la cobertura de la semilla para aflorar su brote y después un par de hojas. Día a día, se observan los cambios, tanto en semillas grandes como pequeñas, el crecimiento es permanente y deslumbrante, verdaderamente mágico.

Cuando vemos nuevas hojas pequeñas es el momento de mudarlas a una maceta un poco más grande o al lugar definitivo donde la deberemos seguir cuidando y donde -finalmente- florecerán y aparecerán sus frutos, esos que comemos agradecidos, los cuales contienen las semillas para iniciar un nuevo ciclo.

Además San Telmo, la ciudad misma, está ubicada en un lugar privilegiado donde su clima permite que crezca prácticamente todo lo que tiramos a la tierra y eso es algo que podemos aprovechar.

Siempre funciona. Así es en los cuentos y en la naturaleza. La magia está si la queremos ver y nosotros tenemos el poder en nuestras manos, para que esta sea posible.

 

Fabián Rabuffetti y Florencia Pittaluga

 

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