Leer y contar: Espacio de transformación social
“Se perdió la confianza en el libro y en la voz”, se lamenta María Héguiz. Lejos de desmotivarse por esa sentencia, esta actriz, docente y narradora propone: “Desde la Escuela de lectores narradores sociales (ELNS) enseñamos a generar el simple vínculo con el otro a través de leerse y crear mundos en una vivencia compartida”.
El barrio y sus historias se escribieron o, mejor dicho, se pasaron de generación en generación a través de la oralidad. Por otro lado, al ser este un Casco Histórico, mucho se ha investigado a partir de los libros que registraron los hechos del pasado.
“De épocas pretéritas hay abuelos y padres que han contado. Pero parecería que hoy ese encuentro está invalidado por la idea de que hay que hacerlo bien. Entonces, en mi Escuela se trabaja en cómo llegar a encontrar al lector y narrador interno: quién soy yo leyendo y contando; qué tengo para decir en relación a mí, a mi historia, a mi circunstancia y al otro con el que me voy a comunicar”, aporta Héguiz.
Lo que antes se charlaba en la puerta ahora se escribe por medios electrónicos, se comparte, se debate. Pareciera que nos fuimos olvidando de cómo charlar, de transmitirnos emociones en vivo y en directo en lugar de emoticones. Sin embargo, los vecinos de este barrio hacemos lo posible por encontrarnos, celebrar, proponer, hacer, hablar. Un claro ejemplo fue la semana dedicada al patrimonio -en octubre- y todas las reuniones que eso implicó, por meses, donde vecinos con diferentes proyectos se juntaron en pos del bien común.
Hay otra forma que se va perdiendo, la lectura compartida. En este sentido planes de lectura en las escuelas, el diario en el bar o, incluso, momentos de intimidad familiar donde mayores leen a menores o hermanos -entre sí- comparten un momento con un libro, diario, o tablet en mano.
“Estamos en la época de la comunicación, de las redes sociales y esta red social primaria que es mirarnos, decirnos y tocarnos, está cada vez más lejana. En ese marco, la lectura y narración social propone leerse para poder transformar”, concluye María Héguiz.
Para el 2016 me encantaría que volvamos a leernos, que nos atrevamos a narrarnos y transformarnos, para seguir compartiendo.
María Heguiz, adelanta: «Tengo pensado un proyecto barrial y podríamos ver al posibilidad de implementarlo en el 2016, con el voluntariado» ¿Cuántos vecinos se atreven a vivir la experiencia?
Carolina López Scondras