Los legados religiosos de los inmigrantes históricos

Por Isabel Bláser

Seguramente al Hombre no le basta elegir un lugar para vivir y conseguir comida, sino que su alma necesita contención, pero no solo de manera individual sino dentro de la comunidad donde se desarrolla. Esto lo podemos ver claramente reflejado en las huellas del paso de los inmigrantes en nuestro barrio, que ha sido, es y seguramente será un crisol de razas que han levantado templos a su paso para congregar a sus fieles.

La iglesia ortodoxa rusa.

La iglesia ortodoxa rusa.

Tan es así que frente al Parque Lezama, en la calle Brasil 315 se encuentra la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa Rusa –Catedral Santísima Trinidad-, de estilo moscovita. Desde la vereda del parque se ven en lo más alto sus 5 cúpulas acebolladas, que terminan cada una en una cruz mirando al Este, sostenida por cadenas. Al bajar la vista distinguimos los tres preciosos vitraux de sus ventanas. Hermoso proyecto original (inaugurado en 1901) del Arq. Mihail Preobrazensky adaptado y hecho realidad por el Arq. Alejandro Christophersen, quien también diseñó el Palacio San Martin en el barrio del Retiro. En toda Sudamérica no había una sola iglesia Ortodoxa, ni ningún sacerdote de ese culto por lo que tenían que recurrir a otros para satisfacer sus necesidades espirituales. Cuando uno atraviesa su portón de madera y comienza a subir las escaleras para presenciar la ceremonia de religiosidad, aunque no sea partícipe habitual de ella no se siente observado porque los fieles miran al nuevo huésped con respeto y sin hacerlo sentir incómodo por no conocer el método ni las reglas del credo que ellos predican. Todo se desarrolla en un clima solemne pero alegre,  con cánticos conmovedoramente vitales interpretados por el coro litúrgico. Son –seguramente- fiel reflejo de esa corriente inmigratoria de los primeros ortodoxos griegos y eslavos llegados a las playas argentinas a mediados del siglo XIX. Marinos que fueron recibidos con “los brazos abiertos” por su simpatía y, además, porque enseguida pudieron aplicar sus conocimientos náuticos en esta tierra joven.

Sabemos que los daneses se radicaron en Buenos Aires, a partir de la segunda mitad del siglo XIX y cuando querían asistir a misa o congregarse en una iglesia iban a las anglicana, metodista, alemana o a la Iglesia Noruega de Marineros que tenía su templo sobre la Av. Ing. Huergo entre San Juan y Cochabamba (derribado al construirse la Autopista 25 de Mayo en los años 70). En 1929 se decidió la compra del terreno donde está ahora en la calle Carlos Calvo 257. Se trata de una construcción de estilo neo-gótico, con una puerta de dos hojas, sobre la que se encuentra un vitraux de rombos combinados en azul y verde. Subiendo la mirada hay una cruz, luego dos ventanas medianas y otra más chiquita. Mirando hacia la derecha  vemos que, traspasando la reja que da a la vereda, hay una escalera que baja hacia el salón de actos sobre el cual se encuentra la biblioteca y al levantar la vista hay 6 ventanas pequeñas pintadas de verde inglés. Es la Dausk Kirke (Iglesia Dinamarquesa), templo luterano donde se dan los oficios en español, que fuera proyectado por el Arq. Rönnow Bisgaard.  Aunque hoy la mayor parte de los oficios religiosos y actividades se realizan en castellano, la congregación sigue desarrollando su vida religiosa fiel a sus orígenes.

La iglesia dinamarquesa.

La iglesia dinamarquesa.

En Independencia 910 está enclavada la Parroquia Inmaculada Concepción. Pocos vecinos saben que fue inaugurada en 1769, después de la Catedral de Buenos Aires. Muchos inmigrantes católicos de principios del siglo XX encontraron en ella el consuelo espiritual que seguramente necesitaron al alejarse temprana y algunos hasta abruptamente de su terruño, dejando atrás todo salvo la vida misma. La Parroquia es imponente. Cuando uno ingresa para asistir a una ceremonia, los vitraux resplandecen, las luces permiten ver claramente los detalles de su arquitectura e imágenes y si el órgano de tubos suena, se siente a flor de piel toda la espiritualidad que seguramente los católicos van a buscar en el templo. Quizás el hecho de que a pocas cuadras esté enclavada la Iglesia de San Telmo, hace que esta hermosa parroquia no reciba los honores que merece.

Verdaderamente podríamos decir, después de este recorrido, que cada vez que un pueblo se asienta en algún lugar del planeta, la espiritualidad marca territorio.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *