Los recicladores del Huergo

tachos recicladoPor Carolina López Scondras / María Sol García Weis

Cuando dicen que la juventud está perdida, que los adolescentes ya no se comunican, que solo piensan en ellos, que no hay futuro… ellos nos contestan con hechos y nos demuestran que la realidad es otra.

Los alumnos del Instituto Industrial Luis A. Huergo, sito en Perú 759, comenzaron el año pasado una campaña de separación de basura en la escuela, colaborando con los recicladores del barrio, ayudando y ayudándose. Trabajaron en equipo con su comunidad, pensando por todos y creyendo siempre que el cambio comienza por uno.

La licenciada María Sol García Weis, quien acompaña el trabajo de los alumnos nos cuenta cómo comenzó el proyecto: «Un grupo de alumnos de Química y Bachiller preocupados por el problema de la contaminación en el Riachuelo, comenzaron a investigar las causas y consecuencias de este desastre natural generado por el hombre. Analizaron muestras de agua, escucharon testimonios, hablaron con vecinos y organizaciones barriales; entre otras actividades. Una de las conclusiones a las que llegaron fue que todos nosotros somos responsables del estado en que se encuentra el Riachuelo…pensar en  la contaminación del Riachuelo, nos permitió comprender que la misma -ya sea del agua, la tierra o del aire- proviene de la actividad humana y la sobre-explotación de los recursos naturales. Advertimos que el mundo en el que vivimos está gobernado por la economía del consumo ´úselo y tírelo´, cuanto más descartable es un producto mejor parece ser”.

La primera y gran conclusión estaba expuesta y tanto alumnos como profesora no quisieron dejar pasar la oportunidad de hacer su aporte: “Fue así como nos interesamos por el tema de los residuos. Analizamos la cantidad que se generan en nuestra ciudad y nos sorprendimos al enterarnos que se producen 5.780 toneladas diarias. Por lo tanto se nos ocurrió que lo que podíamos hacer, frente a esta situación, era reciclar parte de nuestros residuos. Así fue como se puso en marcha el proyecto. Primero establecimos qué artículos eran reciclables o recuperables y cuáles no. Por otra parte,  nos contactamos con una cooperativa de recuperadores urbanos que se encarga de retirar los residuos de la escuela para reciclarlos. Asimismo, debimos difundir el proyecto, en toda la escuela, para que alumnos y docentes comenzaran a tirar los residuos, en los tachos que colocamos en los pasillos, separándolos en: los reciclables y la basura propiamente dicha. Para ello se realizaron distintas charlas y talleres para profundizar el conocimiento y la investigación sobre el tratamiento de los residuos”.

Claro que el viento no siempre sopló en popa. Sin embargo el proyecto continuó su rumbo. La licenciada María Sol nos cuenta al respecto que: “Durante el desarrollo del proyecto nos encontramos con obstáculos y dificultades. Algunas pudimos resolverlas y otras continúan hasta hoy. Una de ellas surgió en el momento de trabajar con los recuperadores urbanos, ya que no pasaban a buscar los residuos con la frecuencia estipulada y, al no tener espacio en la escuela para acopiarlos, debíamos sacarlos junto con la basura e iba a parar todo al mismo contenedor, lo cual era muy frustrante para todos porque sentíamos que el esfuerzo realizado no valía la pena. Frente esta circunstancia intentamos que los residuos se los llevara algún otro recuperador urbano de la zona, aunque muchas veces no sucedía así. En la actualidad estamos tratando de solucionar este conflicto gestionando la presencia de  un contenedor verde en la puerta del colegio, que sea proveído por el Gobierno de la Ciudad. Otra dificultad se relaciona con cómo lograr que la comunidad de la escuela cambie sus hábitos y, en lugar de tirar los residuos en un solo tacho, comiencen a ser conscientes de la importancia de separarlos y reciclar”.

La tarea continua, porque los chicos entendieron que el cambio no se produce mágicamente, sino por la acción individual que genera un proceso colectivo y porque su contribución busca crear conciencia, en este caso, para mejorar la calidad de vida en nuestro planeta.

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