MALASPINA, BRAMBILA, BUENOS AIRES,EL CAMINO DE LAS CARRETAS…y una imagen que dará que hablar.

Con el propósito de despertar la curiosidad de los lectores anticipamos la próxima publicación del Instituto de Investigaciones Históricas de la Manzana de las Luces, estrechamente ligada al paisaje costero de los actuales barrios de San Telmo y Monserrat.

A comienzos de la última década del siglo XVIII pasa por Buenos Aires, ya de regreso hacia “la metrópoli”, la habitualmente denominada Expedición Malaspina -por estar a cargo de la misma Alejandro Malaspina, quien comandaba la corbeta “Descubierta”-. Una segunda corbeta, llamada “Atrevida” estaba a cargo de José de Bustamante y Guerra y completaba el equipo. En estas naves viajaban científicos y artistas que debían encargarse de estudiar, describir y, naturalmente, dibujar paisajes, plantas, animales y retratar a la población local.

En el período comprendido entre 1789 y 1794 la expedición, oficialmente denominada “Viaje Científico y Político alrededor del Mundo” recorrió la costa oriental de América desde Montevideo al Cabo de Hornos, incluyendo las Malvinas y las islas de la Aurora (un sector de las actuales Georgias del Sur) y toda la costa occidental de América hasta Alaska. Transitaron el Pacífico visitando numerosos grupos de islas, entre ellas las Filipinas y Marianas, Nueva Zelanda y Australia.

Si bien las naves no se detuvieron en Buenos Aires sino en Montevideo, los integrantes de la expedición hicieron numerosos viajes a la capital virreinal. Fruto de una de esas estancias en Buenos Aires es el dibujo que motiva este artículo y que fue elaborado por Fernando Brambila, un artista que se incorpora a la expedición tardíamente, pero que pasa por Buenos Aires en el viaje de retorno. Se denomina “Buenos Ayres desde el camino de las carretas” y en él se reconoce la costa de la ciudad en el tramo que va desde el Alto de San Pedro hasta el Fuerte y un poco más allá. Esa imagen fue modificada para su impresión, agregándosele un árbol en el extremo derecho y así circuló por la Europa de fin del siglo XVIII.

A principios del siglo siguiente, en ocasión de imprimirse en París los “Viajes por la América Meridional” de Félix de Azara, se toma esta segunda imagen para ilustrar la ciudad de Buenos Aires. Pero en el proceso de producción del libro la imagen, inexplicablemente, se invierte y la ciudad se transforma en el reflejo especular de sí misma. Por si esto fuera poco y debido al éxito alcanzado por la obra de Azara, la misma es traducida a diversos idiomas y reimpresa en distintas ciudades europeas. En cada una de estas reimpresiones, artistas locales realizaban las planchas para las láminas y cada uno de ellos introducía, en la imagen difundida por Azara, las modificaciones que su inspiración le sugería, llegándose a producir versiones sumamente curiosas y absolutamente irreales.

En una próxima contribución del Instituto de Investigaciones Históricas de la Manzana de las Luces se aborda este tema, así como la descripción del paisaje y los edificios que aparecen en el dibujo original de Brambila. La misma será de acceso libre en el sitio web del Instituto y, oportunamente, el Sol de San Telmo publicará el enlace al lugar.

José Sellés-Martínez

Dibujo original y grabado coloreado realizado a partir del mismo que se conservan en el Museo Naval de Madrid.

Versión publicada en la obra de Azara y una de las muchas versiones «libres» que se fueron generando en Europa a partir de la misma.

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