“Nos enredamos para explorar, exploramos para mutar”
Candelaria Sesin y Danae Cisneros combinan teatro y literatura
Luego del éxito de la primera edición, el binomio integrado por Sesin y Cisneros (Licenciadas en Actuación, egresadas de la Universidad Nacional de las Artes), están realizando este mes una intervención que cruza teatro y literatura en la librería La Libre (Bolívar 438, CABA). Se trata de tres directoras -Florencia Rúa, Leandra Rodríguez y Emilia Dulom-, que montan tres piezas breves sobre textos de la autora argentina contemporánea Gabriela Cabezón Cámara. “Como la primera experiencia, también en La Libre, superó ampliamente nuestras expectativas esta vez agregamos más funciones”, explica Candelaria, cordobesa “anclada” en San Telmo.
El Sol: ¿Cómo surgió la idea de la intervención?
C.S.:Surge por varias razones, una de ellas es la de promover la creación artística entre mujeres, por eso pensamos en autoras, directoras y actrices. El ciclo funciona mediante la idea de curaduría: la librería realiza la curaduría literaria; nosotras, la escénica. Este proyecto, llamado “Enredadera”, combina distintas disciplinas en un ciclo ecléctico que se desarrolla en un espacio no convencional, como es una librería. Este entorno concreto, el mundo poético de una escritora y los cuerpos en escena, son excusas para promover la teatralidad como juego y cruce.
D.C.: Necesitábamos que el ciclo tuviera un carácter itinerante para poder “moverlo”, es decir que no dependa de una escenografía sino que tenga un concepto móvil, para poder hacer giras. Como la “Enredadera” que crece por las paredes, la propuesta es expandir los límites de lo teatral y conjugarlos con terrenos aledaños que lo enriquecen.
El Sol: ¿Por qué eligieron hacer este ciclo en San Telmo?
C.S.: Primero porque varias del grupo creativo habitamos en el barrio, ya sea porque vivimos o porque trabajamos aquí. Y después, porque amamos la bohemia de San Telmo, desde lo cultural y artístico.
D.C.: También nos gusta la idea de darle teatralidad a un lugar que no tiene tantas salas como el Abasto, por ejemplo. También pensamos en hacer funciones en un garaje-biblioteca de San Cristóbal.
El Sol: ¿Con qué se van a encontrar los espectadores que vayan a verlas?
C.S.: Desde la coordinación tratamos que la experiencia comience desde el momento en que los espectadores llegan a la librería, para ello concebimos una idea de “collage interdisciplinario”. En principio, para cada edición realizamos un collage que remita al mundo poético de la autora y que funciona como imagen de difusión. Cuando el público llega, le ofrecemos beber un trago en un pequeño living donde pueden sentarse o bien recorrer la librería. Junto con la entrada reciben un papelito con una consigna para que completen, armando así un “cadáver exquisito” de cada función. Por ejemplo, una frase podría ser: “Si te hubiera amado más….”. Luego de que el espectador termina la idea, ese material se coloca en un cuadro. Nosotras hacemos la selección con el tamiz de la mirada femenina. En simultáneo, música y proyecciones redondean la intervención espacial. Esta situación inicial es interrumpida por un audio donde una actriz invitada interpreta algún fragmento de los textos.
El Sol: ¿Cuáles son los textos elegidos?
C.S.: Son fragmentos de tres novelas de Gabriela Cabezón Cámara (periodista cultural y escritora argentina, 1968): “La virgen cabeza” (protagonizada por una travesti); “Las aventuras de la China Iron” (sobre el personaje femenino del Martín Fierro) y “El romance de la negra rubia” (acerca de una mujer que vive en un edificio tomado y está a punto de ser desalojada). Son tres obras de quince de minutos cada una, realizadas en los diferentes espacios de la librería. La idea es replicar este formato en otros lugares.
D.C: El ciclo dura un mes, los miércoles y sábados de abril a las 20.30 (salvo el 14/4 que no habrá función). La entrada tiene un precio único de $ 150 e incluye una copa de vino.
El Sol: Desde la perspectiva de género ¿Creen que este año es “bisagra” en relación a la masividad de las marchas “Ni una menos” y 8M?
D.C.: Estamos en un momento de erupción, pero el cráter viene convulsionándose por la lucha de muchos años. Sí es cierto que el tema está más presente en lo social, se puede hablar en los medios y en sectores donde antes no se podía.
En el pequeño living de La Libre, ambas destacan el valor de lo experimental. Para ellas es importante “que sea un marco de prueba. Es como si te dieran huevo y harina: una hará un budín, otra una masa de tarta, etc. El tema es qué hacer con esos ingredientes en relación a las decisiones de puesta. La clave está en valorar el riesgo de la prueba y no el resultado”, explica Danae. “Nos enredamos para explorar, exploramos para mutar”, sintetiza Candelaria.
Diana Rodríguez