Nuestro pequeño homenaje para un grande
Tardé en sentarme a escribir estas líneas porque en realidad no quiero hacerlo.
Me cuesta apretar cada letra del teclado, mis manos no desean recibir las órdenes de mi cabeza para contar que el artista, el estudioso de la filosofía, el pensador, el amante del jazz y del tango o simplemente el vecino-amigo de El Sol de San Telmo, HORACIO «EL INDIO» CACCIABUE, en la madrugada del 20 de septiembre ppdo., sin aviso previo y apurado en su marcha hacia la eternidad, se olvidó de despedirse de todos y de todas, especialmente de su mujer, amiga, amante, compañera de risas y llantos, de luchas y descansos, nuestra querida amiga Graciela Fernández.
El Sol de San Telmo tuvo el honor de tener en sus páginas sus textos ilustrados, con ese trazo que como él dijo en la nota que comenzó nuestra relación de amistad: «Cuando pinto o dibujo reflejo solamente el azar de la gota que cae». Quizás sea hoy esa misma gota, pero de lágrimas que cubren el rostro y el alma de todos los que lo conocimos, las que reflejan la tristeza del momento.
Ahora desde su estrella y con su mejor sonrisa -seguramente para que no le reclamemos su partida porque nos gambeteó el último adiós-, hará suya la frase de Troilo: «Que yo me fui de mi barrio ¿Cuándo? … ¿Pero cuándo? ¡Si siempre estoy llegando!».
Y es cierto Indio, estarás en cada baldosa y adoquín de este barrio histórico que supiste honrar con tu enorme talento y bohemia.
Isabel Bláser / Hugo Lavorano