Obra de teatro en homenaje a Sarah Bianchi
Genaro Mitre, actor -alumno de Carlos Gandolfo- y director de teatro que estrenará una obra en homenaje a Sarah Bianchi en el Museo del Títere, el 26 de junio, confiesa: “Me gusta mucho la dirección, porque en esta actividad uno se da cuenta más de las virtudes y defectos al conocer la sensibilidad y las formas de otras personas y puede ir corrigiendo”.
“El proyecto se originó porque quería homenajear a Sarah por la oportunidad de tener este lugar para expresarnos y se me ocurrió adaptar la obra “Jugar a partir” de Jorge Grasso, gran escritor y amigo también de ella de hace treinta años, quien me trajo a conocer la sala en la que presenté una obra de su autoría que fue un éxito -Las tres perfectas M- a la que siguieron otras: Esperando a Mamá y Un beso… Una canción”, señala Genaro.
En cuanto a la obra en sí, nos comenta que: “Es un unipersonal que escribió para Luisa Vehil (artista uruguayo-argentina, 1912-1991) donde muestra a una gran actriz reconocida que estuvo en la cima y luego se queda sola sin amigos, ni familia, ni personas que frecuentaba. Habla con una mucama (que llamaremos Celia, en un parangón con quien acompañó a Sarah los últimos meses), con la que se imagina que está pero en realidad ya no y sus gatos, que llamaremos Eros y Noé porque esos son los nombres que tienen los que habitan en el Museo. Voy a jugar con los altibajos de la soledad, la locura, el desamor, los hijos, la vida misma”.
Y agrega: “Para actualizarla la hice más visual y al personaje central de la vieja que interpreto, la propongo grotesca al estilo de Almodóvar. Por otro lado, adapté el texto a una hora porque si no -en general- el público se aburre y juego también con el blanco y el negro, visualizando así la vida y la muerte. En la mitad de la obra, el personaje recuerda una especie de baile y en ese momento piensa que está en las estrellas, entonces se pasará un video -que dura tres minutos- con fotos de Sarah y al final aparece Lucecita, su títere”.
El director, sentado en una silla en el escenario de la salita del Museo (recién pintada por él y dos colaboradores porque -dice- “cuando vino mi mamá y unas amigas, me comentaron que había olor a humedad”), con una mesita de madera adelante y sobre ella papeles con anotaciones, habla pausado buscando las mejores palabras para transmitir las imágenes de la obra que tiene internalizada. Como si ya estuviera “poseído” por el personaje central que va a protagonizar, reflexiona que esta mujer en un momento se siente tan sola que va a tomar un frasco de pastillas y “conversa” con el pensamiento de la muerte -protagonizado por Martín Mariani- que la “empuja” a que lo haga y con el pensamiento de la vida -interpretado por Junior Pisanu (actualmente contratado por Polka) que la frena. Entre esta pulseada transcurrirá la obra, cuyo elenco se completa con el asistente, Daniel Abad”.
Mitre señala que está muy comprometido con el Museo y ha luchado junto con la Comisión Directiva, que integra como Tesorero, para sacarlo del problema económico grave en que estaba y lo han logrado. Por eso cree que la gestión ha sido exitosa pero, como artista que es, siente que el lugar merece un mayor reconocimiento cultural y todos trabajan para eso.
Texto: Isabel Bláser/ Foto: Claudio Russomanno